A menos de una semana de iniciar el año 2023, Estados Unidos suma otro tiroteo en una escuela. Esta vez, un estudiante de 6 años supuestamente le disparó a su maestra con una pistola en una escuela primaria de Virginia, en lo que la policÃa describió como un tiroteo «intencional».
El niño se encuentra en un centro médico, y el jefe de policÃa Steve Drew dijo que las autoridades habÃan consultado al servicio estatal de menores y a las agencias policiales para obtener orientación sobre el caso.
César Miguel Rondón abordó el tema con Timothy Lytton, del Center for Law, Health and Society, Georgia State University, y con Nubia Almeida, psicóloga clÃnica Infantil.
“Los niños armados no son un fenómeno nuevo en los Estados Unidos. Desde 1970, hemos visto tiroteos de niños. No es un problema de gran frecuencia peor tampoco es totalmente nuevo. Tal vez, hemos viso más atención de la prensa porque venimos de un contexto de epidemia por los tiroteos escolares. Que un niño inocente lleve un arma en su mochila ha pasado antes. Ha habido un desarrollo en las leyes de regulación y el almacenamiento de armas. En Virginia están estas leyes pero son muy recientes. Normalmente, un niño tan pequeño no puede estar en un juicio adulto ni en un juicio juvenil. Tampoco se le puede encarcelar, es un caso para los servicios sociales, pero podrÃamos ver ciertas diferenciasâ€, dijo Lytton
Por su parte, desde el punto de vista psicológico, Almeida señaló que se debe poner especial énfasis en entender el cerebro del niño.
“El cerebro se desarrolla de abajo hacia arriba. Lo último que se desarrolla es el frontal, que permite controlar el impulso, desarrolla la racionalidad, la moral, entre otras cosas. El frontal puede tardar en desarrollarse entre 26 y 40 años. Un niño de 6 años no puede tener el control de sus impulsos, pero que tenga acceso a un arma de fuego, está relacionado a lo que está viviendo en su ambiente social. HabrÃa que ver cómo es su hogar y su entorno, que tipo de acceso a la tecnologÃa o de juegos tiene. Todo está relacionado con el ambiente al que está expuestoâ€, explicó.
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¿Son los padres los verdaderos responsables?
Un niño de 6 años no es responsable de muchos de sus actos, ya que todavÃa no tiene la capacidad de dimensionar las consecuencias de sus actos. En este sentido, todas las miradas apuntan a sus padres.
“Hay posibilidades de cargas criminales contra los padres. En Virginia hay una ley de prevención de acceso de niños para prevenir el acceso a las armas de fuego. Es un delito menor y solo tiene como consecuencia una multa máxima de 2.500 dólares o cárcel por un máximo de 12 meses. Es un castigo mÃnimo, pero es una herramienta. No podemos pensar solo en los castigos criminales, también están los daños civiles contra los padres. Los padres no son responsables por el delito del niño, pero si civilmente por su supervisión y por no conseguir asesorÃa psicológica. Otra posibilidad es la demanda contra la escuelaâ€, añadió Lytton.
Para la psicóloga, muy probablemente el niño esté expuesto a situaciones que van más allá de su control.
“Puede haber negligencia en los adultos que pueden ser muy permisivos o muy impulsivos. También pueden ser adultos que tienen una dinámica irritante dentro del hogar, de allà salen niños con respuestas impulsivas porque hay una predisposición. También el niño puede tener mucho acceso a los electrónicos, que no necesariamente sean juegos violentos, pero es el exceso de electrónicos los que hace que el niño padezca una hiperactividad cerebral y que no pueda distinguir lo que es realidad y lo que es fantasÃaâ€, apuntó.
¿Cómo podrÃan actuar sus compañeros de clases?
Otro aspecto importante que deja este hecho, son las consecuencias y los traumas sufridos por los compañeros de clases.
“Hay que realizar un proceso de psicoeduación, hay que hacerle un acompañamiento emocional para que puedan soltar y verbalizar todo lo que vivieron en ese momento y todo lo que acarreó realmente. Evidentemente, los niños absorben todo lo de su entorno. Habrá niños que necesiten un tratamiento especializado. Insisto en el acompañamiento, porque hay casos más pequeños, donde el niño de manera impulsiva lastima a la maestra o a sus compañeros, eso es producto de lo que puede estar viviendoâ€, expuso Almeida.
Conclusiones
Entre las conclusiones que extrae el especialista en armas y leyes, es que en Estados Unidos se vive en un contexto donde 400 millones de armas están en manos privadas, y 20 millones de ellas son semiautomáticas.
“Estamos hablando de una población muy armada, hay posibilidades para controlar más las armas, como tener mejores registros de antecedentes, leyes de bandera roja, y otros implementos, pero el gran problema es el acceso de las armas en los hogares. La cuestión es cómo prevenir que el niño no tenga acceso a las armas de fuego en el hogar. Debe haber una ley de almacenamiento de armas seguro. Los maestros también deben tener terror de que cualquier estudiante lleve un arma en su mochilaâ€, destacó.
Por su parte, Almeida enfatizó que los seres humanos tienen la necesidad de sentirse de que pertenecen a algo.
“Cuando los niños muestran conductas inadecuadas, están llamando la atención y están buscando que los adultos muestren que pertenecen a algo. Los docentes deben estar preparados para ser bien observador por la conducta de los niños. Se hace muy fácil etiquetar a un niño, a veces los adultos no tienen la capacidad para criar a un niñoâ€, puntualizó.