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Como señala, Reuters, el gobernante militar, el general Min Aung Hlaing, se movió rápidamente para consolidar su control del poder en Birmania tras el derrocamiento de la líder electa, con el 80% de los votos, Aung San Suu Kyi y la detención de ella y de políticos aliados el lunes pasado.
Pero debía enfrentar otro terreno, el de las redes sociales. El gobierno militar de Myanmar, bloqueó las redes sociales para silenciar las «noticias falsas» de los disidentes, puesto que los manifestantes han expresado su oposición al golpe en Facebook, que es utilizado por la mitad de los 53 millones de habitantes del país,” con publicaciones que muestran a personas tocando bocinas de autos y golpeando ollas y sartenes”. Además por esa vía el llamado a la desobediencia civil se esparce como pólvora.
Señala Reuters: “Al ser bloqueada esta red en Myanmar, algunos usaron redes privadas virtuales como los manifestantes en Mandalay que transmitieron en vivo una pequeña protesta”.
Simon Migliano, jefe de investigación de Top10VPN.com dijo que:” La demanda de servicios VPN para evadir el bloqueo aumentó un 4,300%,” lo que hizo que el gobierno militar anunciase que también bloquearía los servidores VPN.
El portavoz de Facebook, Andy Stone, instó a las autoridades a restaurar la conectividad «para que la gente en Myanmar pueda comunicarse con sus familiares y amigos y acceder a información importante».
Mientras tanto, la líder civil detenida Aung San Suu Kyi, ha sido acusada de importar ilegalmente equipos de comunicaciones. Se trata de seis radios walkie-talkie encontrados en su casa.
La nueva junta declaró el estado de emergencia por un año, pero el general Min Aung Hlaing le dijo a un grupo empresarial ayer, 03 de febrero, que podría quedarse más allá.
«El ejército tuvo que hacerse cargo por varias razones, pero no irá más allá de la vía democrática»
Para hacerse del poder esta vez, el Ejército alegó durante semanas que las urnas estaban plagadas de irregularidades y que habían descubierto más de diez millones de casos de fraude electoral. Así es cómo se justifican las acciones cuando se busca la tiranía.
Como señala France Press, los militares ejercieron durante 49 años el poder en Myanmar, y tras apenas una década de gobiernos civiles, el Ejército nuevamente se instaló en el poder. Se derrumban años de esfuerzos respaldados por Occidente para establecer la democracia en este país del Sudeste Asiático.
Todavía está presente en la memoria de los birmanos, la impronta de la opresión militar del general, Ne Win, la de aplastar las manifestaciones de 1948 con tal violencia, que hubo de dinamitar el edificio del sindicato de estudiantes de la Universidad de Rangún.
Nuevamente el círculo se cierra y la opresión se abre camino evitando que prive la verdad.
