A partir del 5 de enero de 2021 Venezuela se sumerge en un conflicto político aún más profundo. Desde de ese momento el país queda sin ningún poder público con un origen claramente democrático. Dos presidentes y dos asambleas sin fundamentos constitucionales.
Tanto Nicolás Maduro como Juan Guaidó tratan de mantener la continuidad en el poder, cada uno desde su parcela. El primero desde Miraflores y el segundo como líder de la oposición.
Michael Penfold, analista en políticas públicas y planificación estratégica, analizó el complicado escenario político venezolano en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El 5 de enero de 2021 se marca un nuevo hito en la política venezolana. Hay un conflicto político caracterizado por un régimen que se aferra al poder y una oposición democrática que ha perdido su sentido de oportunidad política”, dijo Penfold.
El chavismo controla el 90% de la nueva Asamblea Nacional, un elemento clave para que Nicolás Maduro pueda avanzar en su agenda política sin ningún obstáculo visible.
Sin embargo, el analista indica que “Maduro no va a poder obtener un reconocimiento internacional de esa Asamblea Nacional”.
A todas estas, la legítima Asamblea Nacional liderada por Juan Guaidó luce relegada y dividida.
“Será una Asamblea Nacional debilitada, que estará controlada por una comisión delegada y que será reconocida por algunos países como los Estados Unidos”, agregó el doctor en ciencias políticas.
Para el especialista, el conflicto político venezolano parece agudizarse cada día más. “Es una situación muy complicada, porque en el fondo lo que refleja es un gran vacío institucional”.
En 2019, Juan Guaidó asumió la directiva de la Asamblea Nacional y dio el paso de juramentarse como presidente interino, bajo la promesa del “cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. Dos años más tarde, esa propuesta no parece viable y Nicolás Maduro sigue en el poder.
“A partir del 5 de enero no va a cambiar nada para el venezolano de a pie. Pero en el escenario político se plantean retos diametralmente opuestos para Maduro y Guaidó. Maduro establece el cronograma electoral de gobernadores, alcaldes e incluso propone el referéndum revocatorio. Por su parte, Guaidó y la oposición deben reconectarse con la sociedad venezolana”, explicó Penfold.
Mientras el conflicto político se agudiza, el venezolano de a pie se sigue empobreciendo y sufriendo la carencia de servicios públicos como gasolina, electricidad, agua y gas.
“El venezolano está consciente de lo que está pasando y del responsable. Es un ciudadano que quiere un cambio político. Sin embargo, mientras el liderazgo está optando por una salida de ruptura, el venezolano espera una negociación política que evite el conflicto”, puntualizó el analista.
Finalmente, Penfold destacó que “Los venezolanos quieren un cambio, pero no encuentran un liderazgo”.
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