La mitomanía es un trastorno psicológico que consiste en repetir el acto de mentir de forma espontánea para conseguir atención, admiración o para justificarse.
Usualmente, un mitómano miente con la finalidad de obtener admiración, evitar un castigo, o justificar un incumplimiento. Por ello, es un problema al que se le debe prestar mucha atención.
La mitomanía también se conoce como pseudología fantástica o mentira patológica. Como su nombre lo detalla, se trata de un trastorno psicológico que consiste en la conducta repetitiva del acto de mentir. La mitomanía es una conducta adictiva que se adquiere por repetición ya que es constantemente reforzada por los beneficios que logra.
César Miguel Rondón abordó el tema en el programa En Conexión Radio, con el médico psiquiatra, Manuel Ortega Sánchez.
“El tema es interesante. Mi visión es la psicológica y de la comprensión de la mente, más que las implicaciones políticas. El tema de George Santos es interesante, en cómo alguien montado en un tema de mentiras permanentes ha podido llegar a donde llegó. Debemos entender por qué miente un niño y un adolescente. Mentir es decir o manifestar lo contrario a lo que se sabe, se cree o se piensa, incluye el tema de la falsificación y también a la falta de promesas. Entendido de esa manera, la mentira es universal, nadie puede decir que en su vida no ha dicho una mentira. Es muy raro conseguir a alguien que en su vida no haya dicho algo que no sea falso. Eso nos lleva a entender que la mentira es un continuo que va desde un aspecto cuasi normal, como las mentiras piadosas. Es una forma de ocultamiento que no tiene una connotación enfermiza o dañina”, dijo Ortega Sánchez.
Para el doctor, la gente miente por miedo.
“La mayoría de las mentiras están hechas para evitar un resultado desagradable. Ese es el primero elemento. La gente miente para no entrar en una situación dañina. Una situación de mentir es la autoestima. Es gente que se siente desvalorizado y busca de una manera ficticia sentirse que tiene logros que no existen. Otra es el odio y el resentimiento. Hay gente que miente por maldad. Muchas de las demandas que hay, incluso en el tema sexual, tienen que ver más con un odio y son mentiras. Otra razón es proteger a otros, es cuidar a otras personas y proteger. Hay un deseo de cuidar, a pesar de que digamos cosas falsas”, explicó.
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¿Qué es la mitomanía?
Cuando una persona miente constantemente, se le tiende a acusar y a definir como mitómano.
“Es un término que se ha utilizado para denominar a una persona que tiene una tendencia irrefrenable a mentir y se transforma en un estilo de vida, y en múltiples aspectos de su existencia comienza a inventar y a llevar información que es falsa. Es el grado máximo de la mentira. No obstante, los casos de mitonomía como tal, no son los más frecuentes. Lo más frecuente son personas que mienten ocasionalmente” añadió el experto.
Para el doctor, cuando una persona da una opinión falsa, psicológicamente hay tres posibilidades.
“La primera es que está reconociendo que lo que está diciendo es falso, pero tiene una intencionalidad, saca provecho de la mentira y obtiene un objetivo. El segundo, escenario, es que son personas que tienen una visión interferida por la emocionalidad. Hay gente que miente a conciencia clara. Otro factor es que la emocionalidad es tan intensa, que pierde el juicio y llega a creer cosas que son falsas. El otro escenario es que la gente pierde la razón y creen que lo que dicen es verdad. Ese es el delirio”, explicó. Ortega Sánchez.
Conclusiones
El psiquiatra concluye que lo que hemos visto en los últimos años en el terreno político de los Estados Unidos es una pérdida de sinceridad y que la verdad está en decadencia.
“Hemos pasado por serios momentos en Estados Unidos. Hay mentiras francas y abiertas que van desde la política y alcanzan las mentiras naturales, hasta llegar a la situación de George Santos que es una caricatura. En estos pocos años ha habido un deterioro de la veracidad”, apuntó.
Finalmente, Ortega Sánchez destacó la polarización absurda y el fanatismo político dirige a las personas a mantener una postura aunque no estén de acuerdo.
“El fanatismo en el que estamos inmersos es uno de los factores de la mentira”, puntualizó.