Este martes, la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Rochelle Walensky, en medio de una audiencia ante el comité de salud del Senado estadounidense, compartió las nuevas cifras sobre los casos de la variante delta en el paÃs.
«El CDC calcula que la variante delta representa ahora el 83% de los casos secuenciados. Este es un aumento drástico respecto al 50 % (registrado) de la semana del 3 de julio», alertó Walensky.
En las zonas del paÃs donde las tasas de vacunación son menores, «el porcentaje» de casos de la variante delta, más contagiosa y detectada por primera vez en la India, «es todavÃa superior» a ese 83 %, agregó.
José Esparza, médico y virólogo venezolano, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“En el caso de la pandemia del COVID-19, la que la mantiene es el alto número de personas que no han sido vacunadas. El dÃa que nosotros podamos vacunar el 70% de la población mundial, determinará una disminución en la replicación del virus a nivel del mundo y, por ende, habrá una disminución de las variantes que tantos nos preocupa. Mientras las variantes sigan apareciendo, la epidemia continuará por mucho tiempo, incluso por añosâ€, dijo el experto.
El foco se centra en las personas que no han querido vacunarse por múltiples razones, ya sean ideológicas, religiosas o por la desconfianza que le pueden tener a la vacuna. Sin embargo, se han visto casos de personas que se han vacunado con las dosis necesarias que se han contagiado por las nuevas variantes.
“Eso es cierto, pero hay que tomar en cuenta que el número de personas que se infectan estando vacunados es relativamente bajo en comparación con los pacientes no vacunados. En Estados Unidos ya se habla de la epidemia en los no vacunados. Las personas que han sido vacunadas, no necesariamente están protegidas contra la infección. Algunas de ellas pueden infectarse y transmitir el virus. No obstante, la importancia de las vacunas es que protegen a las personas contra la hospitalización y la muerteâ€, agregó Esparza.
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El mayor porcentaje de muertes se da en estados donde los Ãndices de vacunación son muy bajos y, sobre todo en personas que no se vacunaron.
“Más del 99% de las muertes de COVID-19 en Estados Unidos, están ocurriendo en personas que no se han vacunado. La vacuna es una protección segura y es un seguro para cortar con la cadena de transmisión del virus y el origen de nuevas variantesâ€, explicó.
En cuanto a las personas que no se quieren vacunar, el virólogo comentó que “la mentalidad de las personas antivacunas no es fácil de entender. Pero en los Estados Unidos hay una población antivacuna a todo dar. Estamos hablando de aproximadamente el 5%. La duda razonable más importante que hay, es que las vacunas se ven como experimentales. De hecho, la autorización de las vacunas es para uso de emergencia. El dÃa que se emita una aprobación formal, la preocupación de mucha gente desaparecerá y el número de vacunados aumentará. También hay un argumento ideológico que hemos vistoâ€, añadió.
Para Esparza hay formas de cortar la cadena de transmisión y la generación de nuevas cepas, haciendo que las personas que no quieren ser vacunas se vacunen.
“Hemos visto como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, decretó como obligatoria la vacunación y ordenó restricciones muy fuertes para aquellas personas que no sean vacunadas. No es la primera vez que una epidemia ha sido controladaâ€, destacó.
El virólogo también afirmó que las variantes preocupan porque “son más transmisibles; vulneran el sistema inmune, es decir, pueden contagiar a una población que ya estaba protegida; y son variantes que tienen más mortalidad. TodavÃa estamos aprendiendo. La única arma que tenemos para defendernos de la COVID-19, es la vacunaâ€, puntualizó.
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