Investigadores en genética que han estado atentos a las nuevas variantes del coronavirus dicen que han visto un nuevo linaje preocupante que lleva muchas de las mismas características que otras cepas, incluidas alfa, beta y gamma.
La variante que están observando, llamada C.1,2, ha aparecido en Sudáfrica, así como en otros siete países de África, Asia y el Pacífico, informan los investigadores. No están seguros de si su constelación de mutaciones la hará más peligrosa, pero conlleva cambios que han dado a otras variantes una mayor transmisibilidad y la capacidad de evadir la respuesta del sistema inmunológico hasta cierto punto.
Hugo Pizzi, médico infectólogo, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Es una variante que tiene una característica que podría evadir la acción de los anticuerpos. Hay que decir que el virus tiene como objetivo persistir y va a querer mutar para hacer nuevas variantes. Ese proceso nos atrasa, porque cada vez tenemos un nuevo desafío y significa que debemos estar más tiempo confinados. De todos modos, hasta ahora hemos podido utilizar las mismas vacunas que tenemos y si hace falta modificar las vacunas, todos los grupos de investigación hicieron las promesas de que en 15 días podrían modificarlas. 15 días es muy rápido para adaptar las vacunas a las nuevas circunstancias”, dijo Pizzi.
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Para el experto, las personas deben seguir cuidándose y no dejar entrar el virus. “Hay que tener las dos dosis de la vacuna que dan cierta seguridad”, apuntó.
El mundo está afrontando su segundo año de pandemia y persiste el dilema de algunas personas sobre si vacunarse o no.
“El riesgo que siempre está presente para las personas que no se han vacunado es la muerte. Primero el que no está vacunado es la presa fácil de virus que agrede terriblemente a los pulmones y a otros órganos haciendo un daño irreversible. Por su parte, la persona vacunada nunca será hospitalizada y es muy difícil que muera. De los casos de muertes que tenemos con personas vacunadas es el 0,003%. Una cifra insignificante”, agregó el especialista.
El doctor Pizzi afirmó que el organismo humano salva la situación con la presencia de los anticuerpos de la vacuna. “Es muy difícil morir, no se internará por un cuadro grave, pero si se puede enfermar y enfermar a otros. Por eso las personas vacunadas deben seguir las mimas medidas sanitares que se han establecido hasta ahora”.
En Estados Unidos, el debate político se ha centrado en la obligatoriedad del uso de las mascarillas.
“Las personas que no usan la mascarilla son una presa fácil. Con el accionar de la variante delta, sabemos que el virus se transmite por boca y nariz, 1.200 veces más que la cepa original. Además tiene un cuadro de incubación de tres días y medio. Es decir, una persona puede enfermar a otra y no tener síntomas. La variante delta se transmite hablando en un tiempo de 35 o 45 segundos”, apuntó.
El experto comentó que la variante sudafricana todavía está en estudio para determinar la situación real. “Lo que sí sabemos es que hace una especie de trampa al sistema inmunológico para agredir a la persona”.