Ayer se celebraba el nacimiento de Martin Luther King Jor, reconocido por su adopción de la resistencia no violenta para lograr la igualdad de derechos para los afroamericanos. Recordado por sus magistrales habilidades oratorias, y su discurso «Tengo un sueño», su retórica dejó otras muestras que permanecen en el tiempo.
Jamelle Bouie, columnista de opinión de The New York Times destaca en su columna del domingo, el discurso «Un sermón de Navidad sobre la paz» que ofreció en la víspera de Navidad de 1967, en la Iglesia Bautista Ebenezer.
Decía Martin Luther King Jr: “Esta temporada navideña nos encuentra una raza humana bastante desconcertada. No tenemos ni paz interior ni paz exterior. En todas partes, temores paralizantes atormentan a las personas durante el día y las persiguen durante la noche. Nuestro mundo está enfermo de guerra; en todas partes vemos sus ominosas posibilidades” Y agregaba “Si no tenemos buena voluntad hacia los hombres de este mundo nos destruiremos a nosotros mismos por el mal uso de nuestros propios instrumentos y nuestro propio poder”.
Como señala Jamelle Bouie, “King quiere que sus feligreses y oyentes experimenten con la no violencia en escenarios más allá de la lucha por la justicia racial en los Estados Unidos. Pero para hacer eso, dice, las obligaciones morales y éticas de uno deben volverse ecuménicas en lugar de seccionales o parroquiales:
Dice King Jr: “Nuestras lealtades deben trascender nuestra raza, nuestra tribu, nuestra clase y nuestra nación; y esto significa que debemos desarrollar una perspectiva mundial. Ningún individuo puede vivir solo; ninguna nación puede vivir sola, y mientras lo intentemos, más guerras vamos a tener en este mundo.Debemos aprender a vivir juntos como hermanos o vamos a perecer todos juntos como tontos”.
En momentos de guerra en Ucrania, de polarización política y social, de un mundo de extremos, sus palabras cobran mayor sentido y resonancia.
“Todos estamos atrapados en una red ineludible de reciprocidad, atados a una sola prenda del destino”, dice King. «Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente. Estamos hechos para vivir juntos debido a la estructura interrelacionada de la realidad”
Lo hemos comprobado en Covid 19 de la China que alcanzó a millones y todas nuestras previsiones fueron combatidas por la realidad. La guerra de Rusia contra Ucrania, la escasez de sus granos que afecta a tantos países del tercer mundo. El petróleo y el gas, un bien escaso para muchos países de Europa como anzuelo de lealtades, mientras los precios nos afectan a todos por igual.
Continúa Martin Luther King Jr en ese diciembre de 1967:
“Nunca tendremos paz en este mundo hasta que los hombres de todas partes reconozcan que los fines no están separados de los medios, porque los medios representan el ideal en proceso y el fin en proceso, y en última instancia no se puede alcanzar fines buenos por medios malos, porque los medios representan la semilla y el fin representa el árbol”.
Honor a su palabra.
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