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En Estados Unidos, cada 10 años, el Censo da un pulso a la cantidad de legisladores que representará a cada estado en la Cámara de Representantes. El proceso hace que las legislaturas y comisiones estatales comiencen a volver a dibujar mapas, que en teorÃa, deberÃan reflejar cambios en el tamaño de la población.Â
Pero la forma en que se trazan los lÃmites de los distritos puede afectar todo, desde la asignación de fondos federales para hospitales y escuelas, hasta el poder de voto para las elecciones intermedias de este año y más allá. Y hasta ahora, el gerrymandering está marcando este proceso.
Pero ¿a qué se le conoce como Gerrymandering? A la manipulación de las circunscripciones electorales de un territorio, uniéndolas, dividiéndolas o asociándolas, con el objeto de producir un efecto determinado sobre los resultados electorales.Es pues una técnica destinada a quebrar la imparcialidad de un sistema electoral determinado.
Según FiveThirtyeight.com, veintisiete estados, el más reciente, Mississippi, ya han terminado de volver a dibujar sus mapas del Congreso y varios otros estados ya están inmersos en el proceso. Por ejemplo, un mapa propuesto en Tennessee ha sido aprobado por la legislatura y actualmente se encuentra en el escritorio del gobernador.
La Corte Suprema de Ohio ya rechazó el primer intento de los republicanos de dibujar un nuevo mapa en el estado de Buckeye, y un tribunal federal también dictaminó que el nuevo mapa de Alabama viola la Ley de derechos electorales porque crea solo un distrito de mayorÃa negra cuando fue posible sacar dos, una decisión que también podrÃa conducir a distritos adicionales de oportunidades para los negros en Carolina del Sur y Luisiana. Los republicanos de Maryland e Illinois están demandando por mapas que supuestamente favorecen a los demócratas. El Departamento de Justicia demandó a Texas por sus mapas de redistribución de distritos. Carolina del Norte acaba de recibir el visto bueno de un panel de jueces que confirmó su último mapa.
TodavÃa hay dos grandes estados que aún tienen que terminar la redistribución de distritos, Nueva York, controlada por los demócratas, y Florida, controlada por los republicanos, y marcará una gran diferencia si dibujan mapas extremadamente agresivos o mapas relativamente justos. Por ejemplo, en Florida, un mapa bipartidista ya fue aprobado por el Senado estatal, pero el gobernador Ron DeSantis propuso una alternativa que darÃa a los republicanos más escaños.
Aunque la manipulación partidista de distritos perjudica a todos los ciudadanos, son a menudo las comunidades latinas y otras comunidades no blancas las que se llevan la peor parte.El resultado de esta manipulación discriminatoria de distritos electorales es la casi total exclusión de los latinos de los cargos públicos, a pesar de ser ya uno de los grupos minoritarios con mayor crecimiento en casi 22 estados. En 2020, los latinos ocuparon tan solo el 1 por ciento de todos los cargos públicos electos a nivel local y federal, a pesar de componer el 18 por ciento de la población del paÃs.
Se trata entonces de que los ciudadanos convertidos en votantes tengan la posibilidad de elegir a quiénes de verdad representan a su comunidad, que ningún mapa creado por algoritmos, reste el poder de cada uno. Es urgente lograr mapas que, en palabras de John Adams, sean un “retrato exacto, una miniatura†del pueblo. Mapas justos, una voluntad, un voto.