Lula Da Silva está libre y viene como el Conde Montecristo, a cobrarles a todos.
Durante un discurso el miércoles pasado en la sede del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, en Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, el ex presidente de Brasil, Lula Da Silva, atacó a quien considera el gestor de su prisión, el exministro de Justicia Sergio Moro, debe ser tildado de «sospechoso» de mala praxis porque «no hay derecho a convertir en héroe al mayor mentiroso de la historia de Brasil». Sus ataques también alcanzaron al actual gobierno de Jair Bolsonaro:
“El paÃs está empobrecido, el PIB cayó, la masa salarial cayó, el comercio está debilitándose, la producción de comida es insustancial. El presidente no se preocupa de eso, sino de la venta de armasâ€
«Este paÃs no tiene Gobierno, ni ministro de Salud, ni ministro de EconomÃa, este paÃs tiene un fanfarrón, un presidente que como no sabe nada dice que todo es cuestión de Guedes» Guedes es el ministro de EconomÃa de Brasil
Frente al negacionismo de Bolsonaro de la pandemia, Lula ha advertido:«Yo voy a recibir la vacuna y quiero hacer propaganda para el pueblo brasileño, no sigan ninguna decisión estúpida del presidente de la República o del ministro de Salud. Vacúnese porque la vacuna es una de las cosas que le puede librar de la COVID».
El miércoles 10 de marzo, tras un año de pandemia mundial, el Presidente de Brasil, presentó un plan de vacunación como una medida para enfrentar los bajos Ãndices de popularidad de su gobierno.
Esta semana, el juez del tribunal Supremo, Edson Fachin, anuló la sentencia de doce años y un mes de prisión por corrupción y blanqueo de capitales contra el expresidente Lula que emitió un tribunal de Curitiba al considerar que no contaba con autoridad para hacerlo y que debÃa ser nuevamente juzgado por un tribunal federal. No se habló de su inocencia, sino de un desacierto legal, una irregularidad procesal.
Como advierte el Diario El Mundo de Madrid, “ Si ahora los jueces dan la razón a la defensa de Lula y deciden que no tuvo derecho a un juicio justo, quedarÃa totalmente limpio. SerÃa la victoria moral, no sólo legal, que busca el expresidente desde el principioâ€
Se habla del regreso de Lula en las presidenciales del 2022, aunque Da Silva pareciera indicar que prefiera estar tras el desarrollo de una candidatura unitaria de la izquierda. Por lo pronto, el presidente Bolsonaro dijo, refiriéndose al gobierno de Lula:
«Fue una administración catastrófica del PT en el gobierno. No creo que el pueblo brasileño quiera un candidato como ese en 2022, mucho menos pensar en una posible victoria suya«
Octubre de 2022 suena más cerca de lo que parece y habrÃa que ver a cuál tendencia le resultará beneficiosa esa nueva polarización entre la izquierda y la derecha en el Brasil.