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Nikolas Cruz tenÃa 19 años cuando irrumpió en la que era su escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, y asesinó a 17 personas. Todos sabÃan que Nikolas Cruz estaba profundamente perturbado, habÃa estado recibiendo diversos tratamientos de salud mental. Le habÃan expulsado de la escuela. Su página de Instagram mostraba fotos de él con armas y también con animales muertos. Para muchos Cruz era un peligro.
Sin embargo, como lo sostuvo en febrero de 2018, su primer abogado Jim Lewis, Nikolas Cruz habÃa comprado legalmente el arma que usó. Un rifles de asalto, el AR-15 y cargadores de alta capacidad. ¿Cómo podÃa una persona como él tener en sus manos un arma de guerra capaz de disparar docenas de rondas contra vÃctimas inocentes sin siquiera recargar?
Cruz está acusado de 17 cargos de asesinato y otros 17 de intento de asesinato por la masacre de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas. El propio Cruz ha confesado haber disparado fatalmente a 17 estudiantes y miembros del personal y herido a otros 17, el 14 de febrero de 2018. Sus abogados han dicho que se declararÃa culpable a cambio de una sentencia de cadena perpetua, algo que la fiscalÃa ha dicho que no aceptarÃan. Hoy Cruz tiene 22 años y sus acciones siguen demostrando de lo que es capaz.
El 27 de enero de 2020, regresó a la corte, esta vez para una audiencia por los cargos que le imputaron tras haber atacado a un oficial de correccionales en la cárcel. Ahora añade una nueva acusación, de asalto y agresión contra un agente de la ley.
El juicio a Cruz se dará en los próximos dÃas, pero la noticia no es el recuerdo de la masacre, ni la polémica del control de armas. Lo es la solicitud de su defensor público, David Wheeler, este martes pasado, de que los medios de comunicación y el público sean excluidos de todas las audiencias previas al juicio, alegando que el derecho de Cruz a un jurado imparcial se verá irrevocablemente dañado si se revelan ciertas pruebas antes de que los miembros del jurado se sienten. Wheeler dijo que la opinión pública de Cruz, ya se ha visto empañada por la cobertura de noticias.
Los abogados de Cruz sostienen que las soluciones tÃpicas, como interrogar a los posibles jurados sobre su exposición a los medios durante la selección y la instrucción estándar del juez  al jurado de ignorar todo lo que se escucha fuera de la sala del tribunal, no son efectivas en juicios de alto perfil.Â
Mientras tanto, los fiscales y los abogados de los medios de comunicación argumentan que una orden general que prohÃba a los reporteros asistir a las audiencias violarÃa la ley de Florida y plantean que la defensa debe solicitar una moción genérica, una sesión a puerta cerrada, cada vez que se discutan pruebas especÃficas que considere perjudiciales para el acusado.
En el fondo del asunto está el verdadero rol de los medios como garantes de la verdad, se trata del derecho del público a supervisar a todos los participantes en este proceso.
Pero ¿qué dice la ley? Según un fallo de la Corte Suprema de Florida de 1982, se presume que todas las audiencias previas al juicio son abiertas y los medios de comunicación pueden ser prohibidos solo si la defensa demuestra que una sesión cerrada evitará «una amenaza grave e inminente para la administración de justicia», en realidad protegerá la situación del acusado, su derecho a un juicio justo.
Fred Guttenberg, padre de la vÃctima de Parkland, Jaime Guttenberg, se dirigió en Twitter: “He evitado los comentarios públicos sobre el juicio penal del asesino de mi hija. Sin embargo, ahora estoy tan enojado y frustrado al escuchar esta audiencia sobre si mantener o no a la prensa fuera del juicio » En un segundo tweet, «Estoy enojado y tuve suficiente. Llegaremos 4 años pronto y mi familia y otras familias merecen un juicio y nosotros merecemos justicia «.
Casi cuatro años esperando justicia y una oportunidad para dejar sentado un precedente, lecciones necesarias para una sociedad adormecida, que necesita más que nunca ser testigo de primera fila en este juicio que sentará precedentes para todos.Los medios como garantes de la justicia, están para quedarse.