La semana pasada, reportó The Washington Post que la administración de Biden está dividida sobre si apoyar o no una petición para renunciar a las patentes de vacunas, como una forma de acelerar la distribución mundial. Anthony S. Fauci, uno de los principales asesores del presidente sobre coronavirus, apoya esta propuesta. Pero a otros miembros del grupo de trabajo sobre el coronavirus les preocupa que esto pueda permitir a los rivales internacionales adquirir secretos comerciales.
Según un análisis de datos del rastreador de vacunas de Bloomberg, de las vacunas administradas a nivel mundial hasta el momento, el 37% se ha destinado a personas en 27 países ricos que representan el 11% de la población mundial. Los países con los ingresos más altos se están vacunando aproximadamente 25 veces más rápido que aquellos con los ingresos más bajos.
Se trata como destaca el artículo The Washington Post de la reedición de un debate de décadas, ahora con figuras tan influyentes como la del Papa Francisco, que respalda la propuesta de exención de patentes, y la del filántropo, Bill Gates, que se opone.
Gates ha dicho que «Lo que está frenando las cosas, en este caso, no es la propiedad intelectual. No es como si hubiera una fábrica de vacunas inactiva, con aprobación regulatoria, que fabrica vacunas mágicamente seguras. Tienes que hacer la prueba de estas cosas. Y cada proceso de fabricación debe analizarse de manera muy cuidadosa. Hay un número limitado de fábricas de vacunas en el mundo y la gente se toma muy en serio la seguridad de las vacunas.».
Anthony S. Fauci, uno de los principales asesores de coronavirus del presidente Biden, y Katherine Tai, la representante comercial de Estados Unidos,se reunieron para hablar del tema.
The Washington Post señala que “Fauci informó a Tai sobre los beneficios de compartir tecnologías de compañías que poseen patentes de vacunas, una posición que él apoya, argumentando que permitiría a los países en desarrollo producir rápidamente sus propias vacunas… Tai les dijo a sus colegas por separado que está considerando abogar por levantar algunas protecciones de patentes, pero aún está recopilando información”.
La propuesta que se debate está encabezada por India y Sudáfrica, frente a la Organización Mundial del Comercio, para permitir a las 164 naciones miembros del organismo de comercio mundial dejar de hacer cumplir un grupo de patentes relacionadas con el coronavirus mientras dure la pandemia y de esta forma permitir que más países produzcan vacunas o importen versiones genéricas.
Fatima Hassan, quien dirige la Iniciativa de Justicia Sanitaria de Sudáfrica, se encuentra entre los activistas que piden una «vacuna popular» , que rechaza la idea de que las vacunas sean tratadas «mercancía» en lugar de un bien público de la humanidad.
Recordemos que según datos rastreados por el proyecto Our World in Data de la Universidad de Oxford, cerca del 0,5 por ciento de los sudafricanos y el 9 por ciento de los indios han sido vacunados contra el coronavirus frente al 44 por ciento de los estadounidenses.
Según un análisis del Duke Global Health Institute, un puñado de países que representan solo el 16 por ciento de la población mundial, incluyen a los Estados Unidos, Canadá, la UE. Estados miembros y el Reino Unido han obtenido más de la mitad de las dosis totales de vacuna Covid-19 del mundo. A mediados de febrero, 10 países representaban el 75 por ciento de los casi 200 millones de inyecciones de Covid-19 administradas. Solo en julio, Estados Unidos habrá reservado unas 300 millones de dosis de vacuna más de las que necesita.
El Dr. Gavin Yamey, profesor de salud global y director del Centro de Impacto de Políticas en Salud Global de la Universidad de Duke ha advertido que «Si el mundo rico sigue acumulando vacunas, la pandemia se prolongará quizás hasta siete años más»
Sin embargo, muchos sostienen que liberar las patentes de las vacunas realizadas en EEUU podría poner en manos de rivales internacionales como China y Rusia secretos de innovación farmacéutica estadounidense, desataría una enorme competencia mundial por los escasos ingredientes con los cuales se realizan, no aseguraría la calidad y seguridad necesarias y tampoco aseguraría un ritmo acelerado de producción para facilitar la donación de vacunas a los países más pobres que la requieran.
En su discurso ante el Congreso el Presidente, Joe Biden prometió que Estados Unidos «se convertirá en un arsenal de vacunas para otros países, al igual que Estados Unidos fue el arsenal de la democracia para el mundo»
David Lawler, editor de Axios World, advierte que las variantes de COVID-19 que surgen en cualquier país representan una amenaza en cualquier lugar: “El panorama en los países ricos depende en parte de lo que suceda en los más pobres, ya que podrían surgir nuevas variantes del virus que se originan en cualquier parte del mundo. en última instancia, causar nuevos brotes internacionales”
Lo cierto es que la pandemia no estará bajo control en ninguna parte a menos que esté bajo control en todas partes, habrá que ver cual es la mejor manera para lograrlo si liberando patentes o produciendo en mayor escala en fábricas seguras con controles de calidad y seguridad.
Los mejores tenistas profesionales del mundo estarán en la cancha en Hard Rock Stadium de…
Vuelven a agitarse las sospechas sobre la fuga del laboratorio del Covid en Wuhan. El…
Adriana, de nacionalidad venezolana habló en televisión sobre la agresión xenófoba que sufrió hace unos…
El primer y fugaz encuentro entre EEUU y Rusia desde que empezó la guerra confirma…
Actualmente, el gobierno y la sociedad de los Estados Unidos está enfrentando una de las…
En el espacio “Inmigra Ya”, la abogada experta en migración, Mirtha Fadul, de la firma…