El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó anunció el lunes 11 de mayo la importancia de buscar soluciones “realistas y viables” a la situación de Venezuela. Algo que también han pedido los más de 50 países aliados que le apoyan.
La propuesta que presenta lleva ese título, Acuerdo de Salvación Nacional, que suena urgente y necesario, quizás demasiado postergado. Se centra en la convocatoria a elecciones libres y la entrada masiva de ayuda humanitaria. Según Guaidó el objetivo fundamental del gobierno interino es recuperar la democracia del país, basado en la participación de las fuerzas democráticas; representadas por el gobierno interino, la Asamblea Nacional y la plataforma unitaria; los actores que forman parte del régimen venezolano y la comunidad internacional.
Pide la convocatoria de un cronograma de elecciones libres y justas presidenciales, parlamentarias, regionales y municipales en el país, con observación internacional.
Plantea incluir a actores del chavismo en el acuerdo de salvación nacional, exigiendo garantías democráticas que protejan tanto a los miembros de la plataforma unitaria como a los miembros del régimen que decidan sumarse a la propuesta.
Promete ofrecer incentivos al régimen que incluyan el levantamiento progresivo de las sanciones, condicionado a los objetivos de recuperación democrática.
Las reacciones internacionales evidencian el apoyo esta propuesta.James Story, embajador de EE UU para Venezuela, ha dejado claro que:
“Apoyamos los esfuerzos de Juan Guaidó y la oposición venezolana para restaurar de forma pacífica la democracia en Venezuela, a través de elecciones presidenciales y parlamentarias libres. La solución a la crisis es un acuerdo comprensivo que lleve al resultado que los venezolanos merecen”
Según la agencia de noticias, EFE, citando fuentes del Ministerio de Exteriores de España: “El Gobierno español da el visto bueno a la propuesta de negociación para lograr un Acuerdo de Salvación Nacional para Venezuela presentada el martes por el opositor Juan Guaidó, al considerar que «incorpora todos los elementos» por los que apuesta Madrid”.
Sea que los opositores Henrique Capriles y Stalin González se hayan adelantado al interinato para lograr un Consejo Nacional Electoral con la incorporación de miembros de la oposición, o que se evite tras esta nueva realidad, que Maduro divida una vez a la oposición frente al escenario electoral y esto haya motivado una reacción por parte de Guaidó, la verdad es que, una vez eliminada la fantasía de la intervención militar extranjera o la implosión interna, esta propuesta es la única forma de conseguir y mantener apoyo internacional y lograr enfrentar con la fuerza de la unión opositora unas elecciones que de otra manera teñirían el país de “rojo-rojito”, Chávez dixit.
La estrategia chavista queda desnuda en las palabras de respuesta de Nicolás Maduro, dividir, restar relevancia y legitimidad.
“Ahora sale (Guaidó) a decir que quiere diálogo porque se quedó aislado y fuera de todo, aislado y derrotado. El rumbo del país ya va fijado a unas megaelecciones. Si él quiere incorporarse a los diálogos que ya están en curso desarrollándose en todos los temas, bienvenido” Y añadió: “Que se incorpore a los diálogos que ya existen, pero que no se crea el líder de un país que nadie lo reconoce”
También buscando legitimidad y conexión, Carlos Ocaríz, ex alcalde del municipio Sucre, estado Miranda ha planteado, la renovación del liderazgo opositor: “Sin duda somos una mayoría, pero desorganizada y desordenada por la falta de legitimidad. Por eso propongo a la Unidad que arranquemos el proceso de relegitimación de toda la dirigencia en Venezuela: desde parroquias, municipios, estados… Candidato puede ser cualquiera, líderes no. Si esos líderes se convierten en candidatos, es algo que se puede debatir después. Necesitamos líderes que se conecten”
Coinciden en ese punto la dictadura madurista y oposición, aunque cada parte con objetivos distintos. Es importante entonces que la vía que la oposición escoja para relegitimarse, sea la apropiada, pues de entrar a una pugna visible por la representación de la oposición con ánimo electoral, lo único que nos espera, es más dictadura y mayor desconsuelo. Luchar por la legitimidad, es necesario, pero no olvidemos, que como toda moneda, tiene dos caras.