FA/CMR
En el año 2019, el 70% de la población en América Latina, más de 440 millones de personas, según datos de Internet World Stats, contaba con conexión a Internet. Esa población se enfrenta a diario al reto de informarse y se consigue noticias falsas o fake news que difunden información que no es real pero que luce verosímil y creíble.
Whatsapp, Telegram, TikTok, Facebook, Instagram, Twitter son las redes que más usamos para difundir las noticias, y es allí donde se multiplican fotos falsas, videos y audios alterados, pero ¿están los ciudadanos preparados para discernir entre lo que es real y lo que no lo es?.
Un reciente estudio de la compañía de ciberseguridad, Kaspersky, de febrero de 2020, en conjunto con la consultora de estudios de mercado CORPA,
muestra que en América Latina en promedio, el 70% de los latinoamericanos no sabe detectar o no está seguro de reconocer en Internet una noticia falsa de una verdadera.
En ese sentido, quienes menos logran identificar una fake news son los peruanos, con 79%, seguidos por colombianos (73%) y chilenos (70%). Más atrás se encuentran argentinos y mexicanos, con 66%, y finalmente brasileños, con 62%.
Además, el 46% de los encuestados cuestiona de vez en cuando o simplemente no cuestiona lo que lee en la web, siendo nuevamente los ciudadanos peruanos quienes destacan en este aspecto, con 58%. Le siguen colombianos, con 47%, y chilenos, argentinos, mexicanos y brasileños, con 42%.
Pero lo más preocupante es que el estudio arrojó además que -en promedio- un tercio de los latinoamericanos utiliza únicamente las redes sociales para informarse a diario y solo un 17% lo hace a través de páginas webs de medios de comunicación tradicionales.
Justamente, son las redes sociales donde más se circula con la moneda de la falsedad y si no se cuestiona lo que se lee, ni se contrasta con fuentes seguras, el ciudadano se vuelve altamente manipulable.Ésa es claramente la idea tras las fake news, manipular las acciones y el pensamiento de las personas, y en la mayoría de los casos, generan una atmósfera de temor y pánico que bloquea la razón e impide el juicio crítico.
Pero en Latinoamérica ¿quienes emplean las redes como fuente principal para informarse? Veamos: los mexicanos, con 35%, seguidos por brasileños (33%) y chilenos (32%). Después los peruanos (31%), argentinos (28%) y colombianos (26%).
También una encuesta del Pew Research Center en Estados Unidos, de abril de 2020, encontró que la mitad de los encuestados decían que encontraban difícil distinguir entre lo que era falso y lo real.
Las teorías conspirativas pre elecciones y post electorales son una muestra de ello, videos con montajes falsos para descalificar acciones de conteo, falsos testimonios para desvirtuar resultados. Lo mismo ocurre con la desinformación en torno al Covid 19 y ahora las vacunas.
¿Podría alguien creer que el Doctor Anthony Fauci creó el coronavirus usando células de mono y que detrás de esto se esconde una conspiración contra Trump y lo que él representa para el status americano, como mencionan algunos mediáticos emisores de esas ideas?
A tal punto ha crecido la desinformación, que las Naciones Unidas ha tenido que hacer como las grandes cadenas de noticias y los periódicos su propio fact checker.
Con estos datos a mano es necesario, sensibilizar a la población sobre este tema y hacerles conscientes de él, para que no terminen siendo títeres de populistas y políticos inescrupulosos, algo que ya es una creciente tendencia en el mundo. Hoy dedicaremos este programa especial a este tema.