Cuando las fuerzas mexicanas detuvieron a Ovidio Guzmán, alias el Ratón, el hijo de El Chapo, en 2019, la respuesta rápida y violenta del Cártel de Sinaloa obligó al gobierno a liberarlo.
La semana pasada, Ovidio fue detenido nuevamente y trasladado a la Ciudad de México antes de que se corriera la voz. Al menos 29 personas murieron durante la operación que involucró a más de 3.000 militares.
Pero no siempre las acciones hablan por sí solas, también las inacciones.
Muchos piensan que fue un movimiento simbólico y oportuno con Biden y Trudeau en México, destinado a aplacar a los EE. UU. y Canadá que sienten que López Obrador no ha hecho lo suficiente para mejorar la seguridad y detener la producción y el tráfico de fentanilo, la sustancia que en 2021 mató a más de 70.000 estadounidenses.
Aún existen otros objetivos que forman parte del Cártel de Sinaloa, y entre ellos se encuentran los otros hijos del Chapo: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín Guzmán López, por quienes incluso el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. Además, hay otro integrante del Cártel de Sinaloa, Néstor Isidro García, alias “El Nini”, que es perseguido por las autoridades, y que incluso estuvo a punto de ser capturado tan solo dos días después de que cayó Ovidio ,
El Nini fue el responsable de liberar a “El Ratón” en el llamado “Culiacanazo”, registrado en octubre de 2019, pero que esta vez no pudo conseguir el mismo objetivo.
Dicen en Substack que “No está claro quién hizo la llamada sobre la detención de Ovidio Guzmán, pero es posible que AMLO no estuviera totalmente al tanto de los hechos e incluso fue tomado por sorpresa por la detención y la respuesta violenta que siguió. Hay algunas implicaciones interesantes si esto es cierto. Significa que alguien en las fuerzas de seguridad quería acción pero sabía que la participación del presidente podría obstaculizar su éxito”
Hoy nos enteramos que un tribunal mexicano suspendió de forma provisional la extradición de Ovidio Guzmán a EEUU. El juez Juan Mateo Brieba de Castro ha indicado que la suspensión se produce para que no se ejecute la orden de extradición. De esta forma, ‘El Ratón’ tendrá que permanecer en México «a disposición del juzgado».
¿qué ocurre ahora, si tomamos en cuenta que las autoridades mexicanas no tenían ninguna orden de aprehensión propia contra el personaje, la única que había era derivada de la solicitud de extradición de Estados Unidos, que ahora se suspende de forma temporal?
Por ahora México continúa enfrentando su propio dilema: apuntar a los líderes de los cárteles, la estrategia del capo, que no reduce la violencia e incluso puede aumentarla, o permitir la impunidad por el crimen y la violencia, que también conlleva a más crimen y más violencia.
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