La excomunión como arma política en pleno siglo 21.

FA/CMR

Según la agencia de noticias AP Los obispos católicos estadounidenses aprobaron abrumadoramente la redacción de un «documento de enseñanza» que muchos de ellos esperan que reprenda a los políticos católicos, por recibir la Comunión a pesar de su apoyo al derecho al aborto.

A lo largo de su historia, la enseñanza católica romana ha condenado constantemente el aborto. Y los obispos les recuerdan a todos la postura de la iglesia, incluso a los políticos.

La semana pasada, la USCCB, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, votó abrumadoramente (168-55) para redactar una guía que negaría la Comunión a los políticos que apoyan abiertamente el derecho al aborto. Eso incluye al presidente Biden, el segundo presidente católico de Estados Unidos (detrás de JFK). 

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden ha respaldado los fondos federales para el aborto y apoya a Roe v Wade. Recordemos a finales de mayo, Biden, publicó un presupuesto que no prohíbe la financiación federal para el aborto. Es la primera vez en casi 30 años, que un presidente de EE. UU. lo ha hecho.

En el  documento que redacta la  USCCB sobre el significado de la Comunión, deja la decisión de limitar el sacramento a los obispos y arzobispos. 

Pero, como señala The Hill,  el borrador aún tiene mucho camino por recorrer para ser implementado, porque necesita el apoyo unánime de la USCCB o la aprobación de dos tercios de los obispos más un visto bueno del Vaticano. 

El documento se someterá a debate, sujeto a enmiendas y se votará en la próxima reunión del grupo en noviembre. Incluso si se aprueba, es poco probable que tenga un impacto real en Biden y otros políticos.

Muchos en la iglesia dicen que la adopción del cambio podría convertir el ritual católico en un arma política, creando serias divisiones partidistas entre los miembros. Incluso si la conferencia episcopal aprueba la excomunión, la decisión final depende del Vaticano y se considera muy improbable que intervenga por las implicaciones políticas que tendría. 

El propio Papa Francisco ha advertido contra el uso de la excomunión como arma política.

Algunos demócratas señalan la discrepancia entre la dura postura de la USCCB sobre el aborto, pero no sobre otras cosas como el abuso sexual infantil. Pero los obispos estadounidenses han dicho que la lucha contra el aborto es una prioridad. 

La iniciativa de la conferencia episcopal estadounidense parece querer combatir a la mayoría de las personas que se identifican como católicas, que apoyan la legalización del aborto. Pero al hacerlo, pueden correr el riesgo de alienar aún más a los miembros más jóvenes.

Mientras tanto, este sábado, un día después de que los obispos católicos de Estados Unidos le desafiaran por su apoyo al derecho al aborto, el presidente Joe Biden junto a su esposa, Jill Biden, fueron a la iglesia en su ciudad natal.

¿Qué consecuencias podría traer iniciar una nueva cacería de brujas, la excomunión como arma política en pleno siglo 21, dentro de una Iglesia que no reconoce aún ni expurga sus propios pecados?