Por sexto año consecutivo en plena pandemia, el hambre en América Latina creció, anotando un alza del 30% respecto al año anterior y ha afectando a 59,7 millones de personas.
Esta cifra no habÃa sido alcanzada desde hace 20 años, alertó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El 9,1 % de la población total de la región sufrió hambre el año pasado frente al 7,1 % de 2019, lo que implica un aumento 13,8 millones de personas en esta condición.
Las cifras forman parte del informe «Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2021», elaborado junto al Fondo Internacional de Desarrollo AgrÃcola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Marianella Herrera, investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Definitivamente, tanto el 2020 como el 2021, han sido años sumamente retadores para Venezuela y el mundo. Particularmente para Venezuela, porque la crisis del COVID-19 llega al paÃs dentro de una crisis humanitaria. Lo que estamos viendo es muy dramáticoâ€, dijo Herrera.
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En Venezuela se está viendo el fenómeno que por la hambruna, los niños pierden estatura y crecen con deficiencias cognitivas.
“Lamentablemente vamos a tener un paÃs comprometido en términos de desarrollo. Lo primero que uno espera tener para el desarrollo social, es un proceso educativo eficiente. Si no tenemos cerebros educables, porque han estado desnutridos desde que nacieron, difÃcilmente tendremos un desarrollo eficiente, productivo y acorde con las necesidades del mundo modernoâ€, agregó.
Herrera afirmó que se trata del 30% de la población de niños menores de cinco años en Venezuela.
“La instalación de esta crisis ha sido desigual. Vemos a niños menores de cinco años con retraso de crecimiento, con una prevalencia de 28%, pero hay comunidades que ascienden al 38%. Hay un promedio de 33% de niños con desnutrición crónicaâ€, explicó.
Para la experta la situación es irreversible, si no se actúa a tiempo. “Actualmente, Venezuela es el segundo paÃs donde hay más hambre en Latinoamérica y el Caribe, solo por detrás de HaitÃ. No solo se compromete la talla, también se compromete el cerebroâ€, apuntó.
Herrera comentó que es necesario implementar un programa equitativo y adaptado a las necesidades de la población venezolana.
“Necesitamos reconocer las necesidades. Las personas tienen una carencia de proteÃnas, omega3, la ingesta de pescado es mÃnima, falta el hierro y todo esto influye en el desarrollo del cerebroâ€, puntualizó.
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