La situación del COVID-19 en Venezuela se agrava cada día más. Los hospitales están abarrotados y en las últimas 24 horas se reportó un récord de contagios con 1.786 y fallecidos con 15.
El jefe del régimen venezolano, Nicolás Maduro, anunció este domingo una semana más de “cuarentena radical”, debido al aumento de casos.
El doctor infectólogo, Manuel Enrique Figuera, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“En estos momentos estamos frente a la segunda ola del COVID-19, que está siendo mucho más severa que la primera. Los datos oficiales así lo muestran. Sin embargo, la realidad es que la gravedad de las cifras debe multiplicarse por siete o por 10, ya que no hay las suficientes pruebas para detectar casos y el subregistro es importante”, dijo el experto.
Para Figuera existe la necesidad de hacer pruebas en organismos públicos y privados. No obstante, recalcó que las pruebas que se realizan en las instituciones de salud privadas no son consideradas en las estadísticas.
“No hay voluntad por parte de las autoridades para contar la realidad que se está viviendo en estos momentos. Tenemos una mortalidad importante. La situación es de colapso en los centros privados y públicos. El momento es grave y es el reflejo de la irresponsabilidad en distintos niveles, comenzando por el gobierno que abrió el carnaval cuando no se debió hacer”, agregó el doctor.
Figuera comentó que Venezuela destaca como el país con más muertes de médicos a causa del COVID-19, porque se realiza el cálculo del número de médicos fallecidos entre las muertes oficiales.
“No obstante, las muertes deben ser 10 veces mayor a lo que indican las estadísticas oficiales, porque las personas que fallecen en clínicas privadas no entran en las estadísticas. Lo lamentable es que el COVID-19 es una infección prevenible con las vacunas, pero en Venezuela la gente se muere antes de ser vacunadas”, sentenció el especialista.
Más allá de anunciar una nueva semana de “cuarentena radical”, Nicolás Maduro no se refirió a las vacunas este domingo. Voces opositoras al régimen indican que se está realizando una “vacunación VIP”, entre militares y altos funcionarios del régimen.
“La realidad es que las autoridades del país han bloqueado la vacuna de AstraZeneca por razones que no son científicas. La misma agencia europea certificó la vacuna y descartó que los casos de trombosis tengan que ver con ella”, dijo el infectólogo.
Para Figuera, ya se ha podido establecer una estrategia de vacunación, “pero no ha habido voluntad de las autoridades para que las vacunas lleguen a Venezuela”.
“Tenemos cinco semanas que no nos reunimos para discutir el mecanismo Covax. Hasta ahora prela lo político antes de ayudar a la población. Las vacunas que se quieren traer son experimentales como la cubana o una segunda vacuna rusa.
El experto señaló que en el país se está viviendo lo mismo que vivió Brasil con el incremento de casos por la nueva cepa.
“Es mejor no sufrir el COVID-19, no hay ningún tratamiento para contrarrestar el virus. Lo único que protege es la mascarilla, el distanciamiento y evitar las reuniones. Hay que tener paciencia porque el COVID-19 va para largo”, puntualizó.
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