FA/CMR
Esta noche se transmitirá el debate de los candidatos a vicepresidentes, Kamala Harris compañera de fórmula de Joe Biden y Mike Pence, el actual vicepresidente de Donald Trump. Se realizará en una sala prácticamente vacía, con distancia y barreras de plexiglás entre los debatientes, en el campus de la Universidad de Utah, en Salt Lake City.
La moderadora será Susan Page, jefa de la oficina de Washington de USA Today, quien ha cubierto 10 elecciones presidenciales y seis administraciones de la Casa Blanca, y se ha sentado para entrevistas con los últimos 9 presidentes, les preguntará sobre la sucesión, la salud, el bienestar y la 25ª Enmienda.
Este tema además de la pandemia, centrará la atención del debate y de la audiencia. Recordemos que la enmienda 25 fue aprobada por el Congreso como un mecanismo para asegurar la sucesión en el poder, tras el asesinato en 1963 del presidente John F. Kennedy. En ese momento, el vicepresidente Lyndon B. Johnson asumió la jefatura de Estado pero no existía un mecanismo claro para ocupar su cargo, que había quedado vacante.
Entonces, el Congreso propuso esta enmienda, que fue aprobada en 1965 y se convirtió en parte de la Constitución en 1967, tras ser ratificada por 38 estados.
La norma contiene cuatro disposiciones:
La primera establece que el vicepresidente se hará cargo del gobierno si el jefe de Estado muere, renuncia o es destituido.
La segunda señala que, si se produce una vacante en la vicepresidencia, el presidente debe nombrar un reemplazo que debe ser confirmado por una mayoría en ambas cámaras del Congreso: la Cámara de Representantes y el Senado.
La tercera permite al presidente delegar sus funciones en el vicepresidente, de forma temporal.
La cuarta crea el mecanismo mediante el cual el vicepresidente y la mayoría de los miembros del gabinete pueden declarar que el presidente no es capaz de «desempeñar las funciones y obligaciones de su cargo», lo que puede llevar a que el mandatario sea sustituido por su número dos.
Como sabemos, ambos nominados, son los “segundos a bordo”, en caso de que algunos de los parámetros de los que se mencionan en la 25 enmienda ocurran, y son más jóvenes que los nominados a presidente, Trump y Biden, con 74 y 77 años de edad respectivamente.
Los candidatos a Vicepresidentes, a debatir, van entonces a este debate por mucho más que su imagen en ese rol y llevarán a la escena sus visiones y estilos.
Kamala Harris, la mujer que aspira a ser la primera vicepresidenta de la historia de Estados Unidos, de 55 años, senadora de California y ex fiscal, como señala el Brookings Institute tiene como “desafío alejarse de la Kamala Harris, fiscal, y acercarse a Kamala Harris, presidenta, centrarse en los temas que le interesan profundamente y que perseguiría como presidenta. Parte del debate se centrará en cómo ella ayudaría al Sr. Biden si fuera elegido presidente. Pero la actuación del debate también debe demostrar quién sería ella en ausencia del Sr. Biden”.
Es un reto importante porque deberá demostrar fuerza y firmeza desde su condición de mujer pero también empatía por las familias estadounidenses.
El vicepresidente Mike Pence de la fórmula de Trump busca repetir en su cargo, tiene 61 años, es de Indiana y un cristiano comprometido. Su voz y su estilo dista del combativo estilo de Trump pero es un debatiente eficaz y defenderá su propia gestión frente al Coronavirus, pues ha estado a cargo del grupo de trabajo presidencial sobre la pandemia. Aseguran que tratará de acusar repetidamente a Biden, frente a Kamala, de liberal y socialista.
En cualquier caso, la audiencia, espera con ansias algo diferente de ese caótico toma y dame del primer debate presidencial. Kamala y Mike pueden asumir con dignidad el rol de vicepresidentes y políticos de altura esta noche y por qué no, de la clase de presidentes que el pueblo norteamericano espera.