FINLANDIA Y SUECIA, ¿UN BÚMERAN PARA PUTIN?

FA/CMR

La posibilidad de que Finlandia y Suecia, dos países históricamente neutrales tras la Segunda Guerra Mundial, se unan a la Alianza del Atlántico Norte, (OTAN), confirma que Rusia ha cometido un «gran error estratégico».

Durante las conversaciones entre los ministros de Relaciones Exteriores de la alianza la semana pasada a las que asistieron Suecia y Finlandia, se planteó el tema de la membresía de la OTAN para ambos países nórdicos.

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, dijo el viernes 8 de abril que el parlamento de su país discutirá la posible membresía de la OTAN «en las próximas semanas», y agregó que espera que estas discusiones concluyan «antes del solsticio de verano».»Creo que tendremos discusiones muy cuidadosas, pero tampoco nos estamos tomando más tiempo del necesario en este proceso, porque la situación es, por supuesto, muy grave»  Por su parte, en marzo, la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, no descartó la posibilidad de la membresía a la OTAN. “Ahora puede haber una razón para reconsiderar la política de no alineación de Suecia.Quiero que hagamos un análisis exhaustivo de las posibilidades que tenemos en esta situación, las amenazas y los riesgos involucrados, para tomar la mejor decisión para Suecia”. Suecia ejecuta un análisis de la política de seguridad que debe completarse a fines de mayo, cuando se espera una posición más definitiva. 

Los 1.340 kilómetros de frontera entre Finlandia y Rusia no parecen estar seguras ante un régimen expansionista como el ruso.Todavía queda en la memoria de los finlandeses el 30 de noviembre de 1939, cuando más de 400 mil soldados soviéticos, miles de tanques, aviones de guerra y artillería pesada cumplieron el mandamiento del líder de la URSS, Iósif Stalin. Fueron 105 días de guerra con las fuerzas finlandesas en evidente desventaja que no le hicieron nada fácil el éxito a los rusos.Camuflados en blanco, los soldados en esquíes usaban su conocimiento del terreno accidentado y constantemente derrotaban a las tropas enemigas, a las cuales causaron grandes pérdidas en vidas humanas.Tras la firma del tratado de paz, Finlandia cedió toda la Karelia finlandesa, parte de Salla, la península de Kalastajansaarento, cuatro islas pequeñas en el Báltico y se vio obligada a otorgar en arrendamiento la península de Hanko.  La URSS ganó la guerra, sin embargo, para muchos, la victoria fue de Finlandia. El propio Nikita Kruschev, el sucesor de Stalin, dijo refiriéndose a ella.«Nuestro pueblo nunca supo que sufrimos una derrota moral porque nunca se les dijo la verdad. Todos nosotros, y Stalin ante todo, sentimos en nuestra victoria una derrota ante los finlandeses».

De modo que los finlandeses conocen bien qué puede ocurrirles.Los suecos también.Desde inicios de Marzo, el temor de que algo pueda ocurrir se ha evidenciado en Suecia,  incluso la página principal de servicio de emergencias de Suecia, lo deja ver con tres informaciones principales: la primera es el anuncio de simulacros del sistema de sirenas para emergencias, la segunda es un enlace para descargarse el folleto de información que desde hace cuatro años se reparte en cada casa “Si llega la crisis o la guerra”, donde se detalla en qué consiste el sistema de “defensa civil”; la tercera es un mapa de los principales refugios y búnkeres donde los vecinos deben acudir en caso de bombardeo o ataque con misiles. 

Mientras tanto, desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)advierten de una «nueva realidad» que se está generando en el mundo tras la invasión de Rusia sobre Ucrania. En estos términos se ha expresado el secretario general del estamento, Jens Stoltenberg. «Independientemente de cuándo y cómo termine la guerra en Ucrania, la guerra ya ha tenido consecuencias a largo plazo para nuestra seguridad. La OTAN necesita adaptarse a esa nueva realidad. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo”

Stoltenberg ha agregado que «La invasión rusa de Ucrania tiene profundas implicaciones para la seguridad europea, pero también ha sacudido todo el orden internacional»

Para su próxima reunión en Junio en Madrid,  se espera una reformulación de la Alianza, escribe Lucas Proto en el diario El Confidencial de España. La OTAN se encuentra ante «una transformación fundamental», la era de estabilidad es un paradigma perdido, urge ahora reposicionarse para hacer frente a una era de disrupción más volátil. La periferia de Europa ha pasado de ser un círculo de amigos a convertirse en un círculo de fuego.

Daniel Hamilton, miembro de la Institución Brookings y miembro principal del Instituto de Política Exterior SAIS de la Universidad Johns Hopkins, señala que “A través de la anexión de Rusia de la Península de Crimea en Ucrania, su intervención militar en el este de Ucrania y su uso de la energía, la cibernética y otros instrumentos como herramientas políticas, Vladimir Putin ha enviado un mensaje claro de tres partes: (1) el poder duro importa; (2) las fronteras en Europa todavía se pueden cambiar por la fuerza; y (3) Rusia tiene la intención de expandir la arena de la competencia para perturbar y dañar las funciones críticas de otras sociedades”.