FA/CMR
Cumple Caracas, la capital de Venezuela, la ciudad de la que soy y sigo siendo parte, 455 años de fundada.Â
Fue el 25 de julio de 1567 cuando Diego de Losada la fundó y le designó el nombre de Santiago de León de Caracas.
En estos años de chavismo nuestra bella ciudad ha sido atacada de nombre y de forma. Estética y contenido, una nueva manera de conquistar espacios del chavismo. Pero resistimos.
A través de un decreto presidencial de Hugo Chávez, el 22 de abril de 2010, se estableció que el parque nacional El Ãvila pasarÃa a llamarse parque nacional Waraira Repano. Hoy todos seguimos diciéndole El Ãvila.
El 12 de octubre de 2020, Nicolás Maduro anunció la modificación del nombre de la autopista Francisco Fajardo por Gran Cacique Guaicaipuro«He decidido (…) iniciar de manera progresiva, gradual, organizada y disciplinada un proceso para descolonizar y para reivindicar todos los espacios públicos que llevan nombres de colonizadores, de conquistadores y de genocidas, y a partir de hoy» la autopista Francisco Fajardo se llamará «Gran Cacique Guaicaipuro».
No importa como la bauticen, pregúntele a un caraqueño la dirección y le dirá: “te metes por la Francisco Fajardo y te sales por…â€
Ahora una gigantesca estructura, que no escultura, del Cacique Guaicaipuro y que mide 22 metros de alto, corona la autopista con su propio nombre.También en las paredes y columnas de esa autopista aparecen unos raros sÃmbolos tipo jeroglifos que nadie comprende.
La cumpleañera está colonizada de nuevos sÃmbolos que sustituyen los propios. El león ya no ruge en la entrada de Caracas en la autopista Valle-Coche desde el 2018, en su lugar está la figura de la indÃgena Apacuana, como si se tratase de la guardiana de la ciudad. Según indica su pedestal, Apacuana es una “mujer, indÃgena, madre, curandera, cacica de la etnia Quiriquire, impulsora de la resistencia contra la colonización española del siglo XVIâ€.
En abril de este año se produjo el cambio del tradicional emblema de armas de Santiago de León de Caracas, uno de los sellos por excelencia de la venezolanidad, concedido en 1591 por Felipe II a partir de los oficios de Simón de BolÃvar, a una nueva imagen que muestra los rostros de una mujer indÃgena y otra de raza negra, de perfil, junto al propio BolÃvar, como reflejo del hombre blanco. Debajo incluye los años 1810, 1811, 1989 y 2002 (estos dos últimos para darle preponderancia a las protestas populares del Caracazo, el 27 de febrero de 1989, y la sofocada rebelión popular antichavista de abril de 2002).Figuran además en ese escudo el Ãvila, la espada de BolÃvar, una lanza y la «estrella roja de la Revolución Bolivariana.
La bandera de nuestra capital también sufrió cambios. El estandarte con fondo rojo cuenta hoy con un triángulo en el centro en el que se aprecia el El Ãvila y una estrella de cinco puntas.
Es evidente que el objetivo es borrar la historia, retorcerla e incluirse en ella a toda costa.
Asà lo reafirma el nuevo himno de Caracas que tiene ahora una estrofa que enaltece el 27 de febrero de 1989.
“En Caracas 27 de febrero,Â
nuestro pueblo a la calle se lanzó.Â
Al pasado jamás regresaremos,Â
marcharemos al redoble del tambor.
Pueblo cimarrón de resistencia.Â
Aguerrido luchadorâ€
Mientras tratan de cambiarnos el vestido, rebautizar nuestros espacios, contarnos y cantarnos una historia reformada, los caraqueños insistimos. Los vecinos se apropian de sus espacios y mejoran sus calles. Otros insisten en ejercer ciudadanÃa con eventos de toda naturaleza que inviten a la reflexión.La resistencia es ésa insistir, insistir, insistir
Estoy seguro que ustedes, como yo, seguimos cantándole a Caracas con las palabras y el ritmo de Billo Frómeta: “Para cantarte a ti mi Caracas puse al arpa todas las cuerdas de oro, para cantarte a ti mi Caracas le he pedido al poeta que le ponga a mi verso toda su inspiración. Y es que yo quiero tanto a mi Caracas…»