Los republicanos de la Cámara de Representantes expulsaron este miércoles a la legisladora Liz Cheney del liderazgo de su minorÃa, por enfrentarse al ex-presidente Donald Trump y apoyar el ‘impeachment’ para su segundo juicio polÃtico en enero.
Igualmente, más de un centenar de polÃticos republicanos, entre los que se incluyen algunos altos cargos, planean una ruptura del Partido Republicano en caso de que este no realice cambios en su organización tras la deriva provocada por Trump.
El estratega republicano, Luis Alvarado, abordó el tema en el programa DÃa a DÃa, conducido por César Miguel Rondón.
“Liz Cheney siempre será respetada y en este momento de fractura del Partido Republicano, representa uno de los bandos que está peleando para hacerse con el control y los ideales del partido. Ella está a la par de Trump dentro del partido y busca deshacer su legado. El partido no puede crecer si no entiende lo que sucedió el pasado 6 de enero y lo que representa para la democracia de los Estados Unidosâ€, indicó Alvarado.
El estratega destacó que desde hace varios años hay elementos del Partido Republicano que no apoyaban el gobierno de Trumo. “Un ejemplo es el Lincoln Project. También hay contribuyentes del partido que se han separado. Por eso Trump perdió las elecciones y los demócratas tienen el control de ambas cámaras. Aunque los demócratas no pueden regir cómo ellos quieren, han superado a los republicanos. El partido debe llegar a un consenso si quiere progresarâ€, explicó.
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Luego de la destitución de Cheney, polÃticos de altos cargos presentarán una carta para salir del Partido Republicano.
“Soy uno de esos republicanos que no apoya a Donald Trump. No obstante, hay muchos que están alienados con el ex-presidente porque es una garantÃa para financiar sus campañas. Los republicanos tienen que decidir sobre su reelección o si están del lado de la Constituciónâ€, agregó Alvarado.
Finalmente el analista comentó que “Trump mantendrá el control del Partido Republicano hasta que el pueblo norteamericano diga con su voto que no es el sistema que quieren y el partido pierda más escaños. Hasta que el Partido Republicano no encuentre su propia alma, no podrá progresarâ€, puntualizó.