FA/CMR
Según la decimocuarta encuesta anual de prioridades preventivas del Council of Foreign Relations, o Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), realizada a expertos en política exterior, la administración de Joe Biden se enfrenta a varias crisis humanitarias en el mundo en lugares tan diversos como Afganistán, Haití, Líbano y Venezuela, debido a la disminución de la ayuda exterior, la inestabilidad política, la grave escasez de alimentos, y el deterioro de las condiciones económicas de varios países.
Consultados los analistas en política externa escogieron 30 conflictos en curso o crisis potenciales. La lista resulta verdaderamente interesante.
“El empeoramiento de la crisis humanitaria en Afganistán causada por la grave escasez de alimentos, la continua inestabilidad política y la disminución de la asistencia exterior, lo que lleva a un éxodo masivo de refugiados.
Creciente agitación política y deterioro de la seguridad pública en Haití, lo que conduce a un empeoramiento de la crisis humanitaria y un éxodo masivo de refugiados
Creciente inestabilidad política y malestar social en el Líbano, lo que lleva al colapso de las instituciones estatales y al aumento de la violencia sectaria
Continuo deterioro de las condiciones sociales y económicas en Venezuela, lo que genera más conflictos políticos y un aumento de los flujos migratorios.
Intensificación de la presión coercitiva de China hacia Taiwán, lo que lleva a una gran crisis a través del Estrecho que involucra a Estados Unidos y/u otros países de la región.
Una confrontación militar entre Irán e Israel por el programa nuclear de Irán y el continuo apoyo a grupos de milicias en países vecinos.
Aumento de la competencia armada entre las organizaciones criminales en México, lo que resulta en un aumento de las víctimas civiles, una creciente corrupción política y un aumento de refugiados y solicitantes de asilo.
La reanudación de las pruebas de misiles balísticos de largo alcance y/o el desarrollo de armas nucleares de Corea del Norte, que desencadenaría una nueva crisis en la península de Corea.
Aumento de los combates en el este de Ucrania o un gran enfrentamiento militar en áreas en disputa, reavivando las tensiones con Rusia.
Un ataque cibernético altamente disruptivo en la infraestructura crítica de los EE. UU. por parte de un estado o grupo respaldado por el estado”.
Sin embargo, en el propio territorio estadounidense, apoyados por intereses extranjeros, también se ven con alarma las crecientes amenazas que representa el terrorismo interno. A tal punto, que hasta se está creando una unidad de terrorismo doméstico dentro de la División de seguridad Nacional del Departamento de Justicia como lo anunciara esta misma semana su director Mathew Olsen.
No la tiene fácil la administración Biden, que además navega como lo hacen el resto de los gobernantes del mundo en medio de una pandemia que agrava sus propias crisis internas.