Giorgia Meloni se está saltando todos los tratados internacionales y permitiendo un desembarco selectivo de migrantes, rescatados por ONG en el mar Mediterráneo. Ha decidido acoger sólo a los más “necesitados”: mujeres embarazadas, niños y enfermos. Las demás personas deben permanecer en aguas internacionales hasta que los estados de bandera de los barcos se hagan responsables de ellos.
Es el primer ejemplo de la política anti-inmigración del reciente Ejecutivo, que llevaba en su programa electoral sin ocultarlo, que está siendo muy criticado tanto por partidos de la oposición como por ONG locales y organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos. La acogida a la carta, recuerdan, es contraria al Derecho Internacional, porque todos los seres humanos deben tener la opción de pedir asilo, sin excepción.
Sergio Mora, periodista de la Asociación de prensa extranjera en Italia, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La cuestión es simple. No es que ha cambiado la ley, sino que el nuevo gobierno ha querido dar una señal de que las cosas están cambiando, aunque en realidad, es todo muy a la italiana, en el sentido de que se bloquearon los barcos que traían personas rescatadas en el mediterráneo, pero ya uno de ellos está yendo a un puerto francés y otro va vía a un puerto de Calabria. Ninguno será enviado de vuelta al país de origente. Ahora, Meloni entra en un discurso de tira y afloja, de decir que la migración ilegal se acabó, cuando en realidad el grueso de la migración legal llega por el aeropuerto”, dijo Mora.
Para el periodista, por motivos humanitarios, debieron bajar todos los migrantes, pero por una cuestión política el gobierno quiere dar la impresión de que tiene una postura muy dura contra la migración ilegal.
“Además, hay un problema de fondo muy importante en Europa, que es la baja natalidad. Si no llegan emigrantes a cubrir los lugares de trabajo, nadie va a trabajar. Los emigrantes tienen que llegar y es un hecho del que no se puede escapar. La inmigración si podría ser seleccionada de una manera mejor, pero quien se escapa en estos barcos son personas que vienen de situaciones dramáticas. Lo curioso, es que el 90% de las personas que llegan en estos barcos no se quedan en Italia, sino que siguen camino hacia Europa del norte. Parar a los barcos no tiene mucho sentido, es más una medida teatral”, explicó.
El reportero comentó que Meloni ha impulsado un par de leyes un poco impopulares.
“Meloni está en la idea de dar una señal fuerte y hacer parecer que las cosas han cambiado”, agregó.
Finalmente, Mora destacó que los inmigrantes llegan a Italia porque las costas quedan mucho más cerca que la de los otros países europeos.
“El Mediterráneo es un cementerio de migrantes”, puntualizó.
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