La diplomacia internacional se sigue moviendo, mientras el conflicto en Ucrania se mantiene. El primer ministro británico, Boris Johnson, se reunió con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la ciudad de Kiev, 24 horas después que lo hiciera la presidenta de la Comisión Europea y el Alto Representante para las Relaciones Exteriores de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen y Josep Borrell.
Fuentes de Downing Street han definido esta visita como “una muestra de solidaridad con el pueblo de Ucrania”. Un portavoz del Gobierno británico informó de que ambos dirigentes iban a discutir sobre “el apoyo a largo plazo del Reino Unido a Ucrania”, y de que Johnson le precisaría a Zelensky los detalles de “un nuevo paquete de ayudas militares y financieras”.
Pablo Simon Cosano, profesor de ciencias políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Lo que sabemos es que el punto álgido de las operaciones militares en Ucrania ha pasado, una vez que se han equilibrado las fuerzas, sabemos que Vladimir Putin ha abandonado la ofensiva sobre Kiev. Justo ahora se están buscando avanzar en dos frentes en paralelo. Por un lado, tratar de establecer corredores humanitarios para intentar palear la situación de la población, particularmente en la zona de Donetks y Luganks, que es la parte colindante con Rusia y donde se concentran la mayor parte de los combates. Por otro lado, vemos que la Unión Europea redobla sus esfuerzos para tratar de atenuar la continuidad de este conflicto”, dijo Cosano.
El experto comentó que ya se está planteando un suministro más directo de Europa a Ucrania.
“También se está hablando el recrudecer el régimen de sanciones. Justamente vimos que tras las terribles matanzas perpetradas en Bucha y otros lugares, que constituyen crímenes de lesa humanidad, la Unión Europea, ha decidido aumentar las sanciones para desarticular las fuentes de financiación del Estado ruso”, apuntó.
La urgencia ha estado en frenar la guerra y que no se extienda en el tiempo ni en otros territorios. No obstante, todo parece indicar que el conflicto se mantendrá. Putin se radicaliza al nombrar a Alexander Dvornikov, como el jefe del ejército ruso, a quién llaman como “el carnicero de Siria”.
“Lo que más se sospecha es que las ofensivas rusas se van a recrudecer en la parte oriental del país, que es donde ya estamos viendo un incremento militar. También hay un hecho evidente, y es que la guerra relámpago que había planteado Putin no ha conseguido sus objetivos y ahora, nos movemos en un escenario de vietnamización del conflicto, con la posibilidad de que Rusia intente controlar el territorio por mucho más tiempo, la población ucraniana siga luchando, y los costes de recursos y vidas sigan en aumento. Esto generaría un empate permanente que tendría unos costos enormes. Ese es el escenario que todos estamos temiendo, siempre y cuando no se dé un puente de plata o una salida para que Putin salve la cara, pero esto está difícil porque el gobierno ucraniano sabe que ha resistido los ataques y no tiene incentivos para negociar a la baja”, señaló.
Para el experto, un potencial puente de plata para Putin sería establecer condiciones que pudiera haber conseguido sin la guerra.
“Es decir se reconocería una pérdida de la soberanía ucraniana en la península de Crimea, un acuerdo para que Ucrania no solicite el ingreso a la OTAN y luego estaría un reconocimiento a las repúblicas de Donteks y Luganks, las cuales son condiciones que con presiones diplomáticas lo hubiera conseguido. En este sentido, lanzar la invasión fue un fallo de racionalidad”, explicó Cosano.
En cuanto al costo político que pudiera sufrir Putin, tras el error de la invasión, el especialista expuso que al ser un régimen de carácter dictatorial no hay buena información del malestar de los oligarcas rusos.
“Si ocurre algo será por sorpresa y no de manera inmediata. También vemos que el estrangulamiento de la economía rusa es parcial, porque mientras continúe teniendo la capacidad para vender gas y petróleo a las potencias occidentales, la eficacias de las sanciones son reducías”, resaltó.
Finalmente, Cosano destacó que a finales de este año o principios del año que viene debería haber algún cambio en la situación actual.
“Ahora mismo la situación en Europa es preocupante. La inflación en algunos países se acerca a los dos dígitos y esto es una situación novedosa. Se espera que a mediados de año se busquen alternativas de suministros energéticos”, puntualizó.
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