A la hora de analizar lo que ocurre en el mundo, en medio de verdaderas batallas contra la verdad, es sano entender el contexto de las noticias. Mucho se ha dicho que el incremento de la inseguridad alimentaria en el mundo se debe a las sanciones contra el gobierno de Rusia, la verdad es que no son las sanciones sino la guerra misma contra Ucrania.
Como señala Share America, la guerra de Vladimir Putin obstaculiza las cosechas de Ucrania, bombardea campos, daña silos de grano, ataca barcos mercantes en el mar Negro y destruye las carreteras y ferrocarriles que permiten a Ucrania exportar sus productos agrícolas a todo el mundo.
La realidad es que los soldados rusos han robado grano de cuatro zonas ocupadas, incluida la región de Donbás, y lo han enviado a Rusia. También los ataques rusos en otras zonas han destruido al menos seis instalaciones de almacenamiento de grano. El ejército ruso ha atacado las rutas de tránsito, y bloqueado el acceso a los puertos ucranianos del mar Negro, desde donde salen el 95 % de las exportaciones de grano de Ucrania.Rusia ha atacado barcos de Bangladés y Panamá allí.
Pero esta guerra también ha sido un autogol para Rusia pues ha socavado su propia capacidad de exportar productos agrícolas pues ¿quien se atreve a asumir el riesgo de utilizar el transporte marítimo en el mar Negro ?
Antes de la guerra, Ucrania enviaba el 40 % de sus exportaciones de trigo y maíz a Oriente Medio y África. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) prevé que la crisis alimentaria afectará a 41 millones de personas en África Central y Occidental este año, frente a los 10,7 millones de 2019. Estas son las verdades, ninguna otra.
Ucrania se proyectaba para este 2022 como el mayor exportador del mundo de aceite de girasol,el cuarto mayor exportador de maíz,el quinto mayor exportador de trigo. Anualmente se plantan 3,5 millones de hectáreas en Ucrania.
Con un 70% de territorio cultivable, la producción ucraniana agrícola enfrenta una proyección diferente, se espera ahora que disminuya entre un 20 % y un 50 % durante los próximos meses.
Pero ¿qué hace Putin y su maquinaria de comunicaciones? Culpar a Estados Unidos y a las sanciones internacionales de la escasez mundial de alimentos. Lo cierto es que Estados Unidos exime de las sanciones a las transacciones de alimentos, productos agrícolas y suministros médicos.
Así que a todas luces, los nuevos índices del hambre que enfrentará el mundo, tendrá un sólo origen. Es la guerra de Putin y punto.
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