En los últimos años el nivel de emocionalidad de los venezolanos que está conectado a la política, era similar a una montaña rusa. En épocas de protestas y de procesos electorales el ánimo de la sociedad era grande, basándose en una percepción alta de que se podía lograr el cambio político y salir del régimen de Nicolás Maduro.
Sin embargo, hoy en día, el país está sumido a una gran crisis social y económica. Aunado al escenario del coronavirus, Venezuela sigue padeciendo la carencia de medicinas, apagones masivos, falta de agua y escasez de gasolina, que hacen que el ciudadano común caiga en la desesperanza y adaptación de la situación.
Las calles venezolanas comienzan a oler a resignación.
Frente a esta situación, Datanálisis realizó una encuesta entrevistando a mil personas, desde el 25 abril al 9 de mayo. El resultado demuestra que prevalece una desconexión y un rechazo de la sociedad venezolana con la clase política.
Precisamente el presidente de la encuestadora, Luis Vicente León, fue uno de los entrevistados en el programa En Conexión conducido por César Miguel Rondón.
«En este momento el sentimiento es de vacío y falta de esperanza. Una parte muy importante de la población se debate entre habituarse a lo que está ocurriendo o huir. Sin embargo, la situación de la pandemia solo te deja un camino porque impide que las personas salgan del país. En este sentido, se genera un proceso de habituación en la gente, que hace que los liderazgos tengan problemas de conexión», dijo León.
Todo este escepticismo, frustración y desesperanza se produce debido a que la población siente que todas las formas de lucha han fracasado.
«Se han ido agotando muchas de las rutas que la población tenía en su mente para resolver el problema. Acudieron a procesos electorales y una parte importante de la población sintió que esos procesos fallaron. Se llamó a la protesta de calle y se agotó el mecanismo de lucha. Establecieron una negociación política que también fracasó. Se tomaron acciones más duras y el resultado fue el mismo. Incluso con la Operación Gedeón se percibe que se contrataron mercenarios que fallaron de la misma forma. Por consiguiente, lo que más se afecta es la esperanza de cambio», agregó el experto.
Aunque Nicolás Maduro continúa teniendo un rechazo inmenso dentro de la población venezolana, también hay desacuerdo con la gestión del líder de la oposición y presidente interino de Venezuela, reconocido por más de 50 países, Juan Guaidó.
Según la encuesta de Datanálisis, el 76,7% desaprueba a Maduro, mientras que 61,6% califica de negativa la actuación de Guaidó. Esos datos son complementados con que el 80% de los venezolanos no cree que se pueda lograr un cambio político este año.
«El nivel de aprobación de Maduro no ha variado en los últimos meses y se ubica alrededor del 13%. El jefe del régimen venezolano no tiene soporte popular desde hace tiempo. El 80% de los venezolanos quiere un cambio. Por el otro lado, aunque Guaidó tiene más del 60% de desaprobación, no hay un líder alternativo en la oposición. Estamos regresando a lo que ocurrió en diciembre de 2018. La oposición baja en su popularidad sin que se construya una alternativa», expuso el presidente de Datanálisis.
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