La Organización Mundial para la Salud (OMS)  ha publicado una encuesta, en la que se han analizado a 130 paÃses. En el estudio se advierte que la pandemia del coronavirus ha frenado la atención a la salud mental en el 93% de las regiones.
Abel Saraiba, psicólogo, psicoanalista y  coordinador del programa Creciendo sin Violencia de CECODAP, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“En lÃneas generales, Venezuela se encuentra a la zaga de estos estudios. La situación de la salud mental en Venezuela es realmente dramática, porque eso tiene que ver con la capacidad de ser conscientes de sus recursos emocionales hacer frente a las necesidades del entorno. En Venezuela, las demandas de la vida no son las normales. Hay un contexto de pandemia que lo que hace es agravar una situación que ya estaba deteriorada. Todo lo que tiene que ver con la satisfacción de necesidades básicas está seriamente comprometido y adicionalmente a esto tenemos un panorama de mucha incertidumbre y no tenemos una infraestructura de atención mental para cubrir las necesidades que todas las personas que tienen afecciones emocionalesâ€, dijo el especialista.
Lo que se está viviendo en Venezuela es que las personas de 30 o 40 años tienen un empleo, pero su remuneración no les alcanza para mantener a su familia y satisfacer las necesidades de los hijos. Pasa largas horas para llenar el tanque de gasolina, debe buscar más trabajo de los habituales, cuando llega a su hogar no encuentra luz, ni agua. Además del temor que pueda estar contaminado por el COVID-19.
“Esa persona se encuentra al borde del colapso. Cuando se acorrala a las personas y sienten que no tienen salida ven que su vida se está desplomando. La salud mental es importante para poder encarar estos retos que son abrumadores. Estamos viendo ciertas alteraciones con el estado de ánimo como ansiedad y depresión. Nos preocupa también el riesgo de suicidio que es cada vez más frecuente. Estamos planteando lo que le pasarÃa a un ser humano que no puede satisfacer sus necesidades básicas y es dejado a la deriva. Ese panorama es sombrÃoâ€, agregó Saraiba.
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Las cifras del suicidio en este tiempo en Venezuela han aumentado considerablemente.
“Tenemos a personas que se ven abrumadas y sobrepasadas en sus recursos. Una persona que no tiene cómo afrontar la vida, llega a ver la muerte como una posibilidad. Hay que decirlo muy claro. No estamos promoviendo que esto ocurra, pero serÃa insensato pensar que si las personas no pueden cubrir las necesidades y se ven emocionalmente afectados, y no hacemos nada para aliviar ese sufrimiento, se va a agravar al extremo que una persona vea que la muerte es la única soluciónâ€, puntualizó el entrevistado.
Se ha dicho que el venezolano está al borde del colapso. No tiene servicios básicos, su salario no le alcanza y no tiene ninguna respuesta.
“El primer elemento es reconocer el alto riesgo que está viviendo el venezolano y el papel que tiene la salud mental para preservar la salud y la vida. Hay que reconocer que fuimos sobrepasados y que necesitamos ayuda. Es fundamental poder reconocer que estamos al borde del colapso. Ese es el paso para buscar ayuda. En estos momentos es muy importante la solidaridad con las personas que tenemos cerca. Nadie puede solo con lo que estamos viviendoâ€, afirmó Saraiba.
El especialista también indicó que el no buscar ayuda tendrá un altÃsimo costo para las personas. “En Venezuela la salud mental es un problema de salud públicaâ€.
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