FA/CMR
Este fin de semana serán las elecciones regionales en Venezuela. Se renovarán todos los cargos ejecutivos y legislativos.En la jornada se elegirán 23 gobernaciones, 335 alcaldÃas, 253 diputados regionales y 2.471 concejales.Â
Vamos a estas votaciones con una campaña muy singular y al mismo tiempo, confusa. Como señala Alejandro Armas en su artÃculo ¿Chavismo reflotado por la clase media?, publicado en la web Runrunes: “Desde riñas infantiles por un segundo lugar en el Distrito Capital y Miranda, pasando por la ingesta de cerveza en actos públicos en Lara hasta una rifa de carro para quienes movilicen votantes a favor de cierto partido en Zulia.Y… Luego tenemos el curioso fenómeno de chavistas haciendo campaña como si fueran cualquier cosa menos chavistas. En Caracas tenemos el caso muy evidente de Georgette Topalián, quien aspira a ser la primera alcaldesa roja rojita del siempre desproporcionadamente opositor municipio Baruta. Pero el carmesà socialista no figura en su propaganda. Por el contrario, en sus afiches que adornan los postes de la autopista de Prados del Este, asà como en su perfil de redes sociales, luce un verde casi copeyano. Aunque, por supuesto, el rostro de Rafael Caldera no la acompaña en los pendones, tampoco están los orwellianos ojitos de Hugo Chávez, emblema del PSUVâ€
Alejandro analiza junto con sus amigos cercanos las razones por las cuáles el chavismo limpia su imagen buscando acercarse a la casi extinta clase media con candidatos que lucen, como lo hacÃan antes de la decepción ciudadana, los candidatos de la oposición.Â
“Unos pocos conocidos mÃos, opositores a rabiar de toda la vida, evalúan abiertamente la posibilidad de votar por candidatos del PSUVâ€, señala Alejandro Armas. Continúa: “Sus razones varÃan, pero tienen algo en común: todas parten de la premisa de que el chavismo no dejará el poder en el corto o mediano plazo. O sea, por pura frustración se desprendieron de su identidad como adversarios activos de la élite gobernante. En medio de esta triste resignación, algunos consideran que tiene más sentido votar por un chavista que “al menos trabajaâ€, como Lacava, que por un opositor al que no darán recursos para siquiera arreglar las calles. Otros ven saludable alentar la transición del chavismo lejos de la extrema izquierda, asumiendo, está de más decir que con razón, que algunos de sus elementos más destructivos son los que vienen del marxismoâ€
Pero, esto es un espejismo. Votar por un polÃtico u otro, es un acto polÃtico. Elegir autoridades, las más cercanas a tu entorno, el municipio y el estado, no es sólo un tema de funcionamiento, es sobre todo, un tema del poder, con letras mayúsculas. Favorecer al chavismo y dejar que se apropie de estas instancias polÃticas hace todavÃa más difÃcil el retorno a la verdadera democracia.¿Qué podrÃa contener el poder de un alcalde frente a un vecino, investido con el voto de la mayorÃa? ¿Cuáles polÃticas podrÃa proponer desde su curul una mayorÃa chavista?Â
No debemos olvidarnos del dÃa después. Como señalaba la periodista Luz Mely Reyes en un artÃculo de opinión publicado en The Washington Postâ€: “Un proceso electoral es una oportunidad de organización de los partidos, de activación de voluntarios, de movilización de recursos humanos, de acompañar a las personas, de escucharlas. Pero es un lapso de mucha agitación que suele terminar —con alegrÃa o tristeza— el dÃa después de la elecciónâ€.
Continúa Luz Mely: “En el caso venezolano, no parece prudente que la meta sea el evento del 21 de noviembre, ni los posibles comicios posteriores. A lo que podrÃa apuntar el liderazgo polÃtico es a lo que Fernández ha llamado “la indoblegable terquedad democrática de los venezolanosâ€. Es esa persistencia la que ha logrado que muchos venezolanos resguarden el tejido social, se generen redes de solidaridad frente al autoritarismo, frente a la salida masiva de millones de venezolanos del paÃs y sobre todo frente al intento de reducirnos a una sociedad silenciadaâ€
Estamos asistiendo a un proceso de votación, que trata de vestir de democracia, a un régimen autoritario, violador de derechos humanos, considerado el más corrupto de la región . Y lo estamos haciendo, por ahora, mientras la resiliencia del venezolano lo permita y el Estado venezolano no termine de confundirse con el Estado diseñado por Maduro y el chavismo.
Como afirma el abogado constitucionalista Juan Manuel Rafalli “la mejor manera de empezar a arrancarle el poder por pedazos a Nicolás Maduro “es ganando muchas gobernaciones y alcaldÃasâ€.Â
Este 21 de noviembre, no olvides tu rol como venezolano. Votar es la acción polÃtica del ciudadano. Frente a las urnas, pregúntate: ¿Quieres que tu alcalde, tu gobernador y tu Asamblea le den mayor fuerza y poder al autoritarismo?Â