La ONG Una Ventana para la Libertad, denunció el pasado viernes que las autoridades penitenciarias comenzaron a suministrar un medicamento cuestionado contra el COVID-19 a más de 200 privados de libertad en unos calabozos del estado La Guaira.
“Los médicos les suministrarán a los reos 15 gotas diarias de Carvativir por siete dÃas, asà como multivitamÃnicos por cinco dÃasâ€, dijo Andrés Goncalves, secretario de seguridad ciudadana de la región.
La información la suministró el mismo funcionario a través de su cuenta en la red social Instagram. La actividad, explicó Goncalves, incluyó la desinfección con benzoato de bencilo para las afecciones en la piel y la diseminación en los calabozos de hipoclorito de sodio “como parte de la prevención del contagio del COVID-19 entre la población privada de libertadâ€.
Carlos Nieto Palma, coordinador de una Ventana por la Libertad, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La semana pasada en el retén de Caraballeda, se detectó una reclusa con sÃntomas de COVID-19 y dio positivo al examen. Se trasladó a uno de los hoteles sanitarios donde están albergando a los contagiados. Como consecuencia, la secretarÃa de seguridad ciudadana del estado Vargas fue al retén y lo que les llevó fueron las gotas del Carvativirâ€, indicó Palma.
Para el defensor de los derechos humanos, la única respuesta de la gobernación del estado Vargas, fue llevar las gotas.
El director de Una Ventana para la Libertad, destacó que ese hecho solo ha ocurrido en el estado Vargas.
“Ellos grabaron un video, donde Andrés Goncalves, secretario de seguridad ciudadana del estado Vargas, decÃa que les iban a dar 20 gotas a cada uno para prevenir el contagio del COVID-19. Lo grave es no se le practicaron pruebas a los reclusos, solo se les realizó al personal policialâ€, agregó.
Palma señaló que los niveles de hacinamiento en el en el retén son extremos. “No hay agua ni otra medida para controlar el COVID-19 dentro de esas instalacionesâ€, añadió.
Hasta el momento no se han hecho público otros casos de COVID-19 dentro del retén.
“La gran pandemia que se vive en la cárcel venezolana es la tuberculosisâ€, puntualizó Palma.