El dictador digitalizado

El pasado martes 12 de enero, tras cuatro años sin presentarse a rendir cuentas ante la Asamblea Nacional de mayoría opositora, Nicolás Maduró llegó al hemiciclo del Palacio Legislativo, para dejar la memoria y cuenta de su gobierno durante el año que acababa de finalizar, ante los nuevos diputados elegidos de manera fraudulenta el pasado 6 de diciembre del 2020.Su discurso de más de tres horas se caracterizó por mencionar algunas falsedades en relación a la situación del país, siendo una de las más evidentes la relativa  a las cifras de pobreza.

Maduro señaló que en el 2020 la pobreza extrema en Venezuela se ubicó  en 4% y la general, en 17%, cifras desmentidas por la Unidad de verificación y Fact Checking de Efecto Cocuyo, entre otros, donde recordaron los resultados arrojados por Encovi que señalan que 96.3% de los hogares están en situación de pobreza y 79%  en pobreza extrema.

Sin embargo, Maduro, aceptó la difícil situación económica que se vive en Venezuela,  advirtiendo que era consecuencia de las sanciones y el colapso de los ingresos petroleros, dejando por fuera que el chavismo lleva 20 años en el poder, y que a fin de cuentas, son los responsables tanto del deterioro de PDVSA como de la crisis económica por la que atraviesa el país.

Maduro habló de la dolarización en Venezuela  y aseguró es sólo una “válvula de escape” para recuperar la economía, anunciando para el 2021 una economía 100% digital.

Según el economista, José Manuel Puente, el proceso de dolarización se ha dado de facto, cerca del 60% de las transacciones que se hacen en la economía venezolana se realizan en dólares, sin embargo la digitalización es inviable. No se ataca el problema de fondo, que lo configuran  la hiperinflación y las sistemáticas devaluaciones que hace que el bolívar pierda muy rápidamente valor. En Latinoamérica, la inflación es de 3 o 4% mientras que la inflación en Venezuela es mil veces superior al promedio de la región latinoamericana.  

De hecho, como apuntaba Puente, el billete de mayor denominación en bolívares, 500 mil, representa sólo 3.3 centavos de dólar. Es decir su capacidad de usarse para pagar algo, es nula. Pero digitalizar la economía en un país como el nuestro presenta serias limitaciones:¿Cómo se pueden hacer transacciones online con una banda ancha de internet como la de Venezuela que es la menor del continente? (Es en realidad una banda bien delgada).¿Cómo puede una población empobrecida a estos niveles que mencionamos y sin acceso a la tecnología hacer sus operaciones de pago y transferencias vía digital?La fantasía que nos dibuja Maduro contrasta con los estudios de algunas instituciones de análisis financiero que colocan este 2021 como el octavo año de recesión con -8% a -10% y en el cuarto año consecutivo de hiperinflación.

¿Pueden los venezolanos de a pie pagar sus alimentos con las mentiras de Maduro? Lo único que se ha digitalizado, en verdad, es la imagen suya, la de un dictador que se burla cínicamente de su pueblo.