FA/CMR
El sábado 5 de febrero, Spotify eliminó 113 episodios de “ The Joe Rogan Experienceâ€, después de que el comentarista estadounidense, cuyos episodios son vistos por más de 11 millones de personas, emitiera una disculpa por usar insultos raciales en su podcast, y decidiera él mismo junto a la plataforma cuáles episodios borrar.
La disculpa de Rogan se produjo después de que la cantante afroamericana “India.Arie†publicara un video en Instagram recopilando las veces que usó el lenguaje discriminatorio.En esa recopilación que hizo Arie se pierde el contexto en el cual se mencionaron.
También el CEO de Spotify, Daniel Ek, se disculpó ante sus empleados: “Si bien condeno enérgicamente lo que ha dicho Joe y estoy de acuerdo con su decisión de eliminar los episodios anteriores de nuestra plataforma, sé que algunos querrán más. Y quiero dejar un punto muy claro: no creo que silenciar a Joe sea la respuestaâ€
Pero no sólo ha sido el lenguaje de Rogan el disparador de esta cadena de eventos, sino también la difusión de los bulos pseudocientÃficos como el señalar que las vacunas mRNA Covid-19 son un tipo de «terapia génica» y que los jóvenes corren más riesgo por las inyecciones que por la enfermedad.
Las acciones y reacciones han sido el resultado de un intenso escrutinio sobre el contenido del famoso comentarista y el boicot por parte de artistas a Spotify por permitir que Rogan propague desinformación sobre el Covid 19
El mes pasado, la estrella de rock Neil Young le pidió a Spotify que retirara su música de la plataforma como protesta por la transmisión de información falsa sobre las vacunas contra el covid-19 en “The Joe Rogan Experience†.El rockero canadiense se despidió con esta frase: “Espero que otros artistas hagan lo mismo y se vayan de Spotifyâ€. A Young se le han unido varios músicos. Joni Mitchell, por ejemplo, también retiró sus canciones y dijo .“Gente irresponsable está difundiendo mentiras que están costando vidas. Todo mi apoyo y solidaridad con Neil Young y la comunidad cientÃfica y médicaâ€.Â
El artÃculo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas establece que «toda persona tendrá derecho a tener opiniones sin interferencia» y «toda persona tendrá derecho a la libertad de expresión; este derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de todo tipo, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impreso, en forma de arte o por cualquier otro medio de su elecciónâ€. Sin embargo, lo modifica posteriormente al establecer que el ejercicio de estos derechos conlleva «deberes y responsabilidades especiales» y puede «por lo tanto estar sujeto a ciertas restricciones» cuando sea necesario «por el respeto de los derechos o la reputación de otros» o «por la protección de la seguridad nacional o del orden público (orden público), o de la salud o la moral públicas».
El asunto no es que todos puedan opinar libremente como sugiere el derecho inalienable a la libertad de expresión. Es la responsabilidad que esto conlleva.
Como resultado del boicot, Spotify perdió más de 2.000 millones de dólares en valor de mercado la semana pasada como consecuencia de la polémica.  La empresa ha anunciado que va a tomar medidas para combatir la desinformación sobre la covid-19. Por el momento, muestran un aviso en los programas que aborden el coronavirus.
Pero siempre hay “pescadores en rÃo revueltoâ€como nos referimos a los que buscan aprovecharse de los conflictos. La plataforma canadiense Rumble, le ha ofrecido a Rogan 100 millones de dólares para llevar su programa, «The Joe Rogan Experience», a la plataforma de video.
El CEO de Rumble, Chris Pavlovski, escribió en una carta abierta publicada en twitter:
“Estamos con usted, sus invitados y su legión de fanáticos en el deseo de una conversación real…Asà que nos gustarÃa ofrecerle 100 millones de razones para hacer del mundo un lugar mejor. ¿Qué tal si traes todos tus programas a Rumble, tanto antiguos como nuevos, sin censura, por 100 millones de dólares durante cuatro años? Esta es nuestra oportunidad de salvar el mundo. Y sÃ, esto es totalmente legÃtimoâ€.
Difundir un torrente de mentiras y falsas verdades sobre una enfermedad pandémica como el Covid 19, generando terribles consecuencias en la conducta de terceros, entre ellas la muerte, no puede quedar impune. Esto implica responsabilidades.Â
Que se use la libertad de prensa para ejercer más bien libertinaje, es peligroso. Presumir de tal “libertad†para contagiar la muerte, es un acto de inhumanidad. Pero también lo es ejercer la censura indiscriminadamente y alzarla como bandera en estos tiempos donde una sociedad polarizada puede robar de sentido los contenidos y sus contextos. También de eso podemos ser vÃctimas todos.Â