El Fondo Monetario Internacional celebró el pasado viernes que las expectativas de inflación a largo plazo en Latinoamérica estén bajo control. La organización atribuye el éxito directamente a la “fuerte reacción“ por parte de los bancos centrales de: Colombia, México, Chile, Perú y Brasil.
Los bancos de estos países reaccionaron con fuerza y rapidez al identificar presiones inflacionarias para preservar su credibilidad ante la opinión pública y el resultado ha sido «bastante exitoso».
Sin embargo, el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, hizo una alerta ante el peligro de que la situación se desestabilice en cualquier momento dado el historial inflacionario de la región.
El economista Luis Oliveros, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“La inflación ha sido un problema muy grave en la región por muchos años, pero desde hace varios años la región aprendió la lección, sin incluir a Venezuela y a Argentina. Han mantenido un banco central independiente y manteniendo un equilibrio fiscal. Ciertamente, con la pandemia la mayoría de los países llevaron a cabo políticas monetarias expansivas para poder contrarrestar un poco los efectos negativos que tuvo la pandemia. Ahora, estamos saliendo de la pandemia, y llegó el momento del equilibrio. Lamentablemente, hay dos ovejas negras dentro del continente”, dijo Oliveros.
El economista destacó que Venezuela ha aprendido desde el punto de vista del equilibrio fiscal, pero todavía le falta mucho para deshacerse del problema de la inflación.
“Para América Latina, el caso venezolano es el cúmulo de errores del pasado, es no saber llevar a cabo políticas para generar crecimiento, es no entender que tiene que haber independencia y calidad en las instituciones, donde el banco central debe llevar una política independiente”, explicó.
Oliveros señaló que el caso venezolano ha cambiado, porque por mucho tiempo el gobierno impuso un control de precios, pero en los últimos años liberó el control de precios y el control de cambio.
“Eso generó que se acabara la escasez y que la presión de los precios comenzara a disminuir. Hay suficiente evidencia en América Latina y sobre todo en Venezuela, de que los controles son nefastos para la economía”, apuntó.
Oliveros destacó que Nicolás Maduro ya no habla de controles de precios sino que necesita inversiones extranjeras.
“Al final la economía venezolana depende en buena medida de los hombros de la empresa privada. Pero todavía falta mucho para la recuperación de la empresa privada. Hoy en día, la empresa privada en Venezuela está luchando y reconfigurándose. Sin embargo, en el caso de las transnacionales es completamente distinto, porque hay un tema de sanciones e inseguridad jurídica. Es decir, hay muchísimos inconvenientes que hacen perder la esperanza de que las cosas cambien”, comentó Oliveros.
A principios de años Nicolás Maduro se vanaglorió de haber sacado a Venezuela de la hiperinflación y de tener un ligero crecimiento económico.
Hoy en día hay dos sociedades en Venezuela, la que puede comprar en los famosos bodegones y los que siguen pasando penurias.
“La realidad es que Venezuela sigue siendo una economía pobre, si hay un pequeño crecimiento, pero no es simétrico. Hay que entender que Venezuela no se ha arreglado, eso está muy lejos de la realidad. A Venezuela le falta mucho para recomponerse económicamente, pero la situación que vivíamos hace tres años con escasez y una alta inflación, hoy en día si es diferente. Estamos en el sótano 15 y ahora pasamos al 14”, explicó el economista.
Oliveros también resaltó que aunque Venezuela ha mejorado, las mejoras no son para toda la población.
“Hay pobreza y desigualdad, falta mucho para que Venezuela llegue a los niveles que se tenían en 2013, que fue el último año en que Venezuela creció económicamente hablando”, sentención.
Finalmente, el experto indicó que Venezuela sigue siendo un país exportador de petróleo, pero muy pequeño.
“A Venezuela no la van a sacar de la OPEP, pero hoy en día pinta muy poco en la organización. Todos sabemos la gran capacidad que tiene Venezuela para volver a producir, pero es como un jugador de béisbol que tiene todas las herramientas para triunfar pero no quiere”, puntualizó.
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