En la vida se suelen buscar los enemigos en la orilla contraria, pero en la política, se duerme con el enemigo. Así lo hacen ver las luchas internas que se han dado recientemente entre los demócratas de la Cámara de Representantes que podrían convertirse en la pesadilla del Presidente Joe Biden.
Ayer se resolvió una votación clave para sacar adelante el presupuesto de la agenda social de la Administración de Joe Biden de 3,5 billones de dólares. La sesión se había retrasado varios días por el desacuerdo dentro del propio Partido Demócrata, entre un grupo de moderados que quería que el Congreso diera luz verde primero al proyecto de ley de infraestructuras y luego plan de gasto.
Como señala, Amber Phillips en The Washington Post: “La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), llegó a un acuerdo con los demócratas moderados para asegurarles que obtendrían una votación sobre infraestructura, incluso cuando complació a los liberales al realizar una votación sobre el proyecto de ley de presupuesto esta tarde”.
Amber analiza las variables, primero el trasfondo, y es que “los demócratas tienen la oportunidad de enviar dos proyectos de ley al escritorio de Biden en las próximas semanas:Un proyecto de ley de infraestructura bipartidista para reparar las carreteras, puentes, tuberías y banda ancha del país.Un plan de gastos partidistas para la próxima década que expande drásticamente los programas gubernamentales y la ayuda para los estadounidenses.”
Sin embargo, la legislación tuvo traspiés porque los moderados querían que el paquete de infraestructura bipartidista se votara primero y los liberales exigían que se votara antes el gran plan presupuestario.¿La amenaza de ambos? retener sus votos, lo que haría inviables las leyes.
Sigue Amber Phillips: “Pelosi y la Casa Blanca pasaron agosto tratando de convencer a los moderados de que se alinearan. Hoy, alcanzaron un alto el fuego que permitirá que el proceso presupuestario,( que apoya la agenda social), avance y que el dei nfraestructura obtenga una votación el próximo mes de septiembre”.
Humo blanco pues, pero todavía arde la chimenea demócrata. La posibilidad de choque está viva. Señala Amber:“Los demócratas pasarán las próximas semanas en la Cámara y el Senado convirtiendo su presupuesto en un plan de gastos real y detallado. (Luego volverán a votar sobre esto y se lo enviarán a Biden para que lo promulgue). Y los liberales advierten que no pueden votar por el proyecto de ley de infraestructura cuando se vote en septiembre”. Y en medio de esto, el tiempo en contra, las elecciones de mitad de período, 2022, los demócratas se están quedando sin tiempo para hacer todo esto, mientras son mayoría, y tener un impacto en los votantes.
La artífice del posible consenso es como siempre la veterana Nancy Pelosi, quien se ha puesto como objetivo que tanto la partida social como el plan de infraestructuras estén aprobados para el 1 de octubre, las reformas se harían mediante un mecanismo llamado reconciliación, que les permite sacar adelante las leyes con una minoría simple en lugar de por 60 de 100 votos en el Senado.
Por ahora, todos somos voyeristas, espectadores de una intimidad nada impúdica.
Los mejores tenistas profesionales del mundo estarán en la cancha en Hard Rock Stadium de…
Vuelven a agitarse las sospechas sobre la fuga del laboratorio del Covid en Wuhan. El…
Adriana, de nacionalidad venezolana habló en televisión sobre la agresión xenófoba que sufrió hace unos…
El primer y fugaz encuentro entre EEUU y Rusia desde que empezó la guerra confirma…
Actualmente, el gobierno y la sociedad de los Estados Unidos está enfrentando una de las…
En el espacio “Inmigra Ya”, la abogada experta en migración, Mirtha Fadul, de la firma…