El gobierno de los Estados Unidos ha declarado la emergencia sanitaria nacional debido al brote de viruela del mono, que ya ha registrado miles de contagios, aunque no se contabiliza ninguna muerte.
El doctor José Esparza, médico PhD y virólogo, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“La viruela del mono es algo así como la prima hermana benigna de la viruela humana, esa enfermedad tan grave que mató a más de 500 millones de personas en el siglo pasado, pero que fue erradicada por la OMS con una gran campaña de vacunación y desapareció en los años 80. No obstante, la viruela del mono siguió infectando personas en el África central, pero como una enfermedad más benigna y que hasta ahora ha sido desentendida porque no había invadido al resto del mundo. No obstante, desde mayo de este año, el virus se ha extendido por todos los países del mundo, a tal punto que el 25 de julio la OMS la declaró una emergencia de salud pública”, dijo Esparza.
En el caso de los Estados Unidos, el doctor señaló que la emergencia sanitaria nacional consiste en seguir las recomendaciones de la OMS.
“Tiene cierta emergencia práctica, porque al declarar una emergencia nacional en los Estados Unidos se establecen mecanismos de coordinación federal. Por ejemplo, la ciudad de San Francisco y la de Nueva York, habían declarado una emergencia por su cuenta en las últimas semanas. Ahora, es una emergencia nacional que podría liberar fondos para controlar este brote en todos los estados”, agregó.
El especialista señaló que el brote de viruela del mono ha infectado a 7.000 personas en los Estados Unidos.
“En la última semana los contagios aumentaron en 40%. Ese aumento refleja el aumento real del número de casos. En estos momentos hay un esfuerzo muy grande en los Estados Unidos para hacer diagnósticos de laboratorios. La idea es mejorar el tratamiento de los pacientes y conseguir suficientes vacunas con las personas que están en contactos con estos casos. El problema es que no hay suficientes vacunas para todos los afectados en los Estados Unidos”, acotó.
Finalmente, el doctor Esparza destacó que es muy difícil hacer un cálculo meramente científico para identificar la población en riesgo.
“La población en riesgo debe autoidentificarse, sobre todo basada en la epidemiología que hemos visto hasta ahora, es que la gran mayoría de los casos son hombres que tienen sexo con mismos hombres, y tienen muchas parejas sexuales. La recomendación es que estas personas deben limitarse en ese sentido. Las personas que se han autoidentificado se aproximan a 1.6 millones de personas, y no hay vacunas para todos ellos”, puntualizó.
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