El COVID-19 continúa haciendo estragos en los Estados Unidos. El pasado martes 11 de enero, se batió récord en hospitalizaciones con más de 145.000 personas ingresadas en un dÃa, según los datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
En total hay 145.982 pacientes hospitalizados en todo el paÃs y de ellos, 4.462 son menores de edad. Además la situación crÃtica con el aumento de ingresos, los hospitales afrontan la escasez de personal, ya que muchos enfermeros y médicos se han infectado con el virus también. Ralph Northam, gobernador de Virginia, a principios de la semana pasada, declaró emergencia parcial después de que los ingresos en las UCI se doblaran desde el 1 de diciembre.
Ilan Shapiro, director médico de AltaMed e integrante de la Asociación Médica Nacional Hispana, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“En la ciudad de Los Ãngeles hemos estado inundados a partir de navidad y año nuevo, la constante es que cada dÃa hay más casos. La comunidad hispana está sufriendo mucho más y desgraciadamente nos estamos contaminando mucho más de este virus. La buena noticia es que las personas que han estado vacunadas, incluyendo a los niños, les está yendo mucho mejor. Sin embargo, los médicos estamos desesperados porque vemos mucha gente con complicaciones y con COVID-19 prolongado porque no se vacunaronâ€, afirmó Shapiro.
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El doctor comentó que la situación de los hospitales es complicada por la carencia de insumos.
“Aunque tenemos dos años de pandemia, la realidad es que el personal sigue siendo humano y todo recurso es finito. La CDC dictó una medida de emergencia de que los médicos infectados de manera asintomática deben seguir atendiendo con sus medidas de prevención. Esto nos da a entender  que estamos viviendo una crisisâ€, explicó.
Shapiro enfatizó que si la mayorÃa de la población estuviese vacunada, la variante del Omicron se hubiese frenado.
“Si aplicamos las matemáticas y tomamos todos los casos de COVID-19 prolongado y las complicaciones de los pacientes, el número de infectados será más grande. Las personas que entran en un hospital porque con complicaciones porque no se vacunaron, compiten por un puesto en el hospital con las personas que no planearon un infarto o un accidenteâ€, expuso el experto.
Ante esa situación los médicos comienzan a afrontar un problema ético importante, sobre a qué paciente darle prioridad.
“Muchas veces estamos en cuidados intensivos y tenÃamos que decidir si conectar del respirador a una persona con COVID-19 para dárselo a otra persona más joven. Como equipos de salud tenemos esa disyuntivaâ€, apuntó.
Finalmente, el doctor Shapiro manifestó que las personas no vacunadas se dejan influenciar por información que surge en las redes sociales.
“Se crean islas totalmente vacÃas de información y se llena con el ruido de los antivacunas. También hay gente que no se vacuna porque tiene que ausentarse del trabajo y luego no puede llevarle el sustento a su familiaâ€, sentenció.