La OMS advierte de que «la vacuna contra la viruela del mono no es la panacea». Rosamund Lewis, especialista del organismo en la enfermedad, insiste en la falta de información sobre la eficiencia y eficacia de la inoculación.
El doctor Amos García Rojas, jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“En primer lugar hay que entender que uno de los grandes problemas de la vacuna de esta enfermedad, es que no hay vacunas. El número de vacunas disponibles a nivel mundial es bajísimo y esto lógicamente está dificultando su llegada a todas las personas sensibles a recibirla. Desde esa perspectiva, el primer problema es que no hay cantidades suficientes. Un segundo problema, es que a pesar de que la eficacia es razonable, ante la ausencia de vacunas es forzar el discurso preventivo, y recordarle a la ciudadanía cómo se transmite la enfermedad para la medida de los posible con pautas correctas de educación sanitaria, disminuir el número de contagios. En este sentido, hay que recordar que el modo de transmisión más frecuente es por contacto directo de piel con piel”, dijo García Rojas.
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El experto afirmó que la vacuna que se están implementando frente a la viruela del mono, es una vacuna que se usó frente a la viruela clásica.
“No es una vacuna específica frente al virus de la viruela del mono. En cualquier caso, si tiene un perfil de capacidad y de protección frente a esta enfermedad rápida y razonable, pero que ante la ausencia del número de vacunas, lo que debemos es reforzar el discurso preventivo”, agregó.
El doctor comentó que el número de dosis es bajo, fundamentalmente porque al ser la misma vacuna que se usó contra la viruela clásica, no es el mismo virus que la viruela del mono.
“Básicamente la producción de esa vacuna estaba limitada a la posibilidad de cubrir a personas, sobre todo militares, contra el uso del virus como arma biológica. Eso explica por qué no hay vacunas”, explicó.
Finalmente, García Rojas destacó que hay que conocer bien el mecanismo de transmisión de enfermedad.
“Hay que evitar el tipo de contacto estrecho con personas que no conozcamos, y que no sean habituales en los ámbitos de relación”, puntualizó.