La internacionalista y activista femenina, Luisa Kislinger, escribió un libro titulado «Doble crimen: tortura, esclavitud e impunidad», en el que relata la historia de Linda Loaiza.
Kislinger habló sobre su obra literaria en el programa En Conexión conducido por César Miguel Rondón.
“Hay varias cosas que intervienen en el caso de Linda Loaiza. Uno de ellos es el tema estructural de la violencia contra las mujeres. Las mujeres usualmente tienen un lugar distinto al de los hombres. Lo femenino es considerado como de menor valor y esa es una de las dinámicas que permitió que ocurriera. Lo otro es que en Venezuela hay un sistema clasista y corrupto, donde el poder y las conexiones garantizan impunidad”, dijo Kislinger.
Loaiza era una adolescente y fue secuestrada en las calles de Caracas por Luis Carrera Almoina.
“Luis Carrera Almoina es un hombre que pertenece a una familia de intelectuales, con un estatus político y social prominente. Su padre es académico, su tío es un reconocido historiador. Su estatus social y económico lo pone en una posición allegada a los círculos de poder. Es una persona con la suficiente solvencia para moverse en estos espacios”, indico la escritora.
Para Kislinger Carrera Almoina tiene un padecimiento mental. “Sin embargo, hubo evaluaciones psiquiátricas que afirman que no tiene un padecimiento mental, lo que tiene es una apatía y otro trastorno de su personalidad. No es la primera vez que él torturaba a una mujer”, añadió.
Uno de los episodios más insólitos es que después de secuestrar a Loaiza, Carrera Almoina la llevó a un evento en el teatro Teresa Carreño y la presentó socialmente. “La conclusión que hemos sacado en el libro, es que el padre de Carrera Almoina tenía conocimiento de lo que estaba pasando”, señaló la escritora.
Después que Loaiza escapa de las garras de su secuestrador, se enfrenta a otro drama: la impunidad de la justicia y la indiferencia de la sociedad venezolana.
“Cuando esto sucede la violencia de género no se entendía como algo fundamental, a pesar de que para ese momento había una primera ley, todavía no había avance en ese tema. El drama es que no es reconocido socialmente como un delito horrendo”, explicó Kislinger.
Para la escritora una de las cosas que favoreció a Almoina es que utilizó conexiones en todas las esferas. “Hubo mucha gente involucrada que se hizo la vista gorda con el caso de Linda Loaiza”.
Loaiza acudió a la justicia internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a su favor, exigiendo reparaciones importantes al Estado venezolano.
“No ha pasado nada. El Estado venezolano no ha hecho contacto con Loaiza. Ella dice que no se hará justicia hasta tanto el Estado venezolano no cumpla la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, puntualizó la activista.
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