El Perú se acerca a una nueva elección presidencial. Quizás la más importante de los últimos 30 años. Los aspirantes a la Casa de Pizarro que alcanzaron la segunda vuelta son Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
En esta carrera de incertidumbre hay un número que destaca por encima de todos los candidatos: el porcentaje de electores que responden que no saben por quién votar o que no quieren votar por ninguna de las opciones disponibles. El número, según la encuesta, va de 25% a 36.9%.
Diana Chávez, directora de proyectos de la Asociación Civil Transparencia Perú, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Tenemos un panorama con una diferencia entre la primera y la segunda candidatura muy corta. Es una diferencia que entra dentro del error estadístico. Eso nos pone en un escenario que ya hemos pasado. En las elecciones de 2016 el ex-presidente Pedro Pablo Kuczynski superó a Keiko Fujimori por solo 33.000 votos. Vemos ahora un escenario similar. Hay un clima de mucha angustia, inseguridad y confrontación”, dijo Chávez.
La diferencia es que entre ambos candidatos hay grandes diferencias ideológicas. Castillo representan la extrema izquierda y Fujimori la extrema derecha.
“Perú siempre ha tenido un voto antifujimorista grande. Hay un grupo de electores que se resisten de votar por la familia Fujimori. Lo que tenemos por primera vez es un apoyo tan concentrado de la extrema izquierda. Para eso han contribuido todas las fuerzas de izquierda, que usualmente suelen estar de izquierda. El hecho de tener una candidatura de izquierda y otra de derecha polariza muchísimo más”, agregó la experta.
Para Chávez, existe mucha preocupación en Perú por ambas candidaturas.
“Por un lado, hay preocupación por el tema de los derechos humanos y de libertades civiles. La mayor preocupación es sobre la propuestas concretas de derechos humanos, lucha contra la corrupción, poblaciones vulnerables y la igualdad de género para ambos candidatos, no solo para Castillo”, expuso.
Perú atraviesa años turbulentos políticamente. Muchos ex-presidentes están en la cárcel por temas de corrupción, está el caso de Alan García, quien se suicidó para no ir a prisión, y el más reciente fue Martín Vizcarra quien fue destituido.
“El clima de turbulencia y de inestabilidad ha sido una constante por una confrontación abierta entre el legislativo y el ejecutivo. Hay que reconocer el comportamiento de dos sectores. Por un lado hemos tenido presidentes involucrados con hechos de corrupción. En el caso de las candidaturas actuales, tenemos casos de judicialización. Tal es el caso del candidato a vicepresidente de Padro Castillo, quien ha sido acusado de hechos de corrupción. En el caso de Fujimori, hasta hace algunos meses estaba en prisión preventiva por una investigación de lavado de activos”, puntualizó Chávez.
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