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El Ejército Popular de Liberación de China disparó 11 misiles balísticos Dongfeng en aguas del norte, este y sur de Taiwán entre la 1:56 p.m. y 4 p. m. hora local del jueves, dijo el Ministerio de Defensa de la isla en un comunicado. Y también envió cohetes de largo alcance cerca de las islas periféricas noroccidentales de Matsu y Dongyin, y Wuqiu en el oeste, confirmó Taiwán. Su ministerio de defensa dijo que había reforzado su guardia alrededor de las islas, que están ubicadas más cerca de la costa de China que Taiwán.
El gobernante Partido Progresista Democrático de Taiwán dijo que los simulacros de China en las vías fluviales y rutas de aviación internacionales más transitadas son un «comportamiento irresponsable e ilegítimo». Y lo fueron.
Como señala, CNN: “El Estrecho de Taiwán, una arteria de 177 kilómetros de ancho que separa la isla de Taiwán y Asia continental, es una ruta comercial clave para las embarcaciones que transportan mercancías entre las principales economías del noreste de Asia, como China, Japón y Corea del Sur, y el resto del mundo. VesselsValue, una consultora de transporte marítimo con sede en Londres, dijo que actualmente hay 256 portacontenedores y otras embarcaciones en las aguas territoriales de Taiwán. Y añadió que se estima que otros 60 lleguen entre este jueves y el domingo, justo cuando se realizarán los ejercicios militares.»Existe la posibilidad de una interrupción sustancial en el comercio de la región», señaló Peter Williams, analista de flujo comercial de VesselsValue.
Los ejercicios militares planificados por Beijing amenazan con interrumpir una de las vías fluviales más transitadas del mundo y están teniendo un efecto dominó en las cadenas de suministro mundiales, lo que provoca desvíos y demoras en los envíos de energía.
Chang Shu, economista jefe para Asia de Bloomberg Economics, advirtió que estas medidas “podrían ser problemáticas para la economía global si se interrumpen los envíos de semiconductores”.
Las consecuencias son mixtas. Tomemos un ejemplo. Un gigante proveedor chino de baterías para vehículos eléctricos ya decidió suspender temporalmente el anuncio de instalar una planta norteamericana multimillonaria para abastecer a Tesla y Ford. Contemporary Amperex Technology Co. Ltd., el fabricante de baterías para vehículos eléctricos más grande del mundo, había estado considerando al menos dos ubicaciones en México cerca de la frontera con Texas, así como sitios en los EE. UU., para la planta.
Una confrontación militar entre China y EE. UU. por Taiwán, o más al sur en el Mar de China Meridional, señala Bloomberg, “tendría un gran impacto en el comercio regional y mundial. Un valor estimado de $ 300 mil millones en comercio pasa por el área cada mes. Japón y Corea del Sur dependen en gran medida de los flujos de petróleo y gas a través del mar. Las exportaciones de Vietnam, Malasia, Indonesia y Filipinas también se verían muy afectadas por las interrupciones en los envíos, el aumento de los costos de los seguros y las interrupciones en la entrada de materias primas”.
El impacto en una economía mundial que ya sufre por la invasión rusa de Ucrania y los efectos persistentes de COVID-19 podría ser aún más profundo.La mayoría de los analistas esperan que los líderes del país hagan lo necesario para garantizar que la economía se mantenga estable. Pareciera que los días de la apuesta de China por la economía global parecen haber terminado.
Definitivamente, cuando Asia tiembla, el mundo se estremece.