El presidente afgano, Ashraf Ghani, justificó su marcha este domingo de Afganistán para evitar «un derramamiento de sangre». Los talibanes tomaron la capital, Kabul, sin encontrar resistencia.
Paulo Botta, profesor y coordinador del programa de Medio Oriente en la Universidad Católica de Argentina, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Militarmente no hay una solución. Las últimas dos semanas los talibanes ocuparon todo el territorio del país y han mostrado a los medios de comunicación internacionales, como ingresaron al palacio presidencial. Desde el punto de vista militar, estamos en octubre de 1996. El presidente Ghani terminó saliendo del país y ahora veremos cómo evolucionará el control político de los talibanes”, dijo Botta.
El experto indicó que a finales de los años 70, cuando la Unión Soviética invadió Afganistán se produjeron grupos de oposición de distintas agrupaciones y se crearon dos conflictos. “Uno contra los soviéticos y otro donde los grupos combatían entre sí. Cuando los soviéticos se retiraron, el primer conflicto desapareció pero quedó el segundo. Los talibanes combatieron en los años 90 se hicieron con la totalidad del territorio. Hoy ya no hay otro grupo que le pueda hacer frente a los talibanes. Por eso llegaron al poder nuevamente”.
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Botta explicó que el Talibán nació como un grupo de oposición a la Unión Soviética y tienen una visión sesgada al islam.
“Mantienen un estado político por la ley islámica. Lo que pretende es organizar a la sociedad en base a esos criterios. Estamos hablando de un grupo terrorista, con una base ideológica islamista radical. Todo el estado afgano va a estar ordenado de acuerdo a los principios del islam. Es posible que su visión pueda ser exportada. De allí la peligrosidad de que el problema afgano no concluya ahí”, destacó.
En cuanto a la razón del por qué los talibanes están de regreso, el experto afirmó que no toda la responsabilidad recae sobre el retiro de tropas de los Estados Unidos.
“La comunidad internacional ha puesto muchísimo dinero para la reconstrucción de Afganistán, pero el gobierno afgano tuvo demasiados problemas de corrupción y divisiones internas”, apuntó.