En Netflix, los estafadores están de moda, “El estafador de Tinder” e “Inventando a Ana” conquistaron a los suscriptores de la plataforma, posicionándose entre los contenidos más vistos alrededor del mundo, al exponer dos personajes que abusaron de su simpatía para cometer delitos.
A principios de este mes, las hazañas de Simon Leviev estremecieron al mundo entero en “El Estafador de Tinder”. La película documental de Netflix presenta una crónica de las acciones de Leviev conforme se hace pasar por magnate, millonario y jet-setter, y quien conquistara a varias mujeres por internet para robarles millones de dólares.
Por otra parte, “Inventando a Anna”, es la miniserie que recién llegó a Netflix para contarnos la historia real basada en el famoso artículo de Jessica Pressler publicado en The Cut. La historia sigue a una periodista que está investigando el caso de Anna Delvey, la heredera legendaria de Instagram que se robó los corazones y el dinero de la élite neoyorquina.
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Gabriela Reyes, psicóloga clínica, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Una de las cosas va a depender de la persona que mira la serie y con qué personaje hace empatía. Pienso que una de las cosas importantes, es que para algunos el tema de la fama, el poder y el dinero, es un ideal que se ha instaurado socialmente. Además en Inventando a Anna, se hace una lectura al sistema de los ricos. Ambas series tocan puntos arcaicos de nuestra mente, porque todos tenemos envidia e impulsos hostiles”, dijo Reyes.
Para la experta, las series tocan esas teclas en las personas y más aún si se encuentran con una sociedad que lo avala.
Muchas personas indican que si “El Estafador de Tinder” no se hace pasar por millonario, seguramente no hubiera seducido a ninguna de las mujeres.
“No de esa manera, pero si hay una sociedad que le da primacía a esos personajes que tiene fama, dinero y poder. De hecho, Anna se hace pasar por millonaria, pero lo que más la engancha es la fama. Son tres ideales sociales que se han instaurado que cautivan a la gente. Hay otras personas a las que les causa paranoia con la aplicación”, señaló.
Anna se somete a un mundo muy vanidoso que le exigen pruebas y su habilidad está en darles esas pruebas y en seducirlos.
“Hay que ver lo que seduce. Si es la habilidad de Anna o la red de fama, dinero y poder. Por eso, cuidan mucho su apariencia”, añadió.
Finalmente, la doctora indicó que las películas muestran lo que hay a nivel social.