El 2023 será una año que estará marcado en América Latina por al menos tres elecciones presidenciales, referendos constitucionales importantes y otros desafíos a nivel político y social.
A nivel político, con los triunfos de Gustavo Petro en Colombia y Lula da Silva en Brasil, se observó en 2022 un giro más notorio hacia el espectro político de izquierda en la región, aunque algunos analistas sostienen que, más que un movimiento con aires transformadores, se trata más bien de una derrota de los oficialismos. En 2023, países como Guatemala, Argentina y Paraguay celebrarán elecciones decisivas.
Mariano de Alba, internacionalista y asesor sénior de Crisis Group, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón
“Es un panorama preocupante, en el sentido que los efectos económicos y del quehacer diario en América Latina, debido a la guerra en Ucrania, se siguen sintiendo y se sentirán sintiendo este año. La región creció el año pasado en 3.5% en términos económicos, lo que es un crecimiento superior a la media global, pero es bastante reducido por el descalabro producto de la pandemia. Los efectos de la guerra en Ucrania se van a seguir sintiendo. Por ejemplo, hay reportes de aumentos muy importantes por los precios del petróleo y dificultades para las exportaciones. Esa situación económica obliga a los gobiernos de la región a hacer ajustes fiscales y a reducir sus presupuestos”, dijo de Alba.
El experto indicó que en el ámbito electoral, la región va caminando en una dirección donde la ventaja siempre la tienen los candidatos opositores.
“El descontento es tal, que en elecciones que cuentan con condiciones competitivas, la mayoría de las personas apuestan por un cambio. Con la inestabilidad política que vemos en Brasil, será muy difícil para Lula gobernar y ya vemos que tendrá que dedicarle mucho tiempo a conciliar con las Fuerzas Armadas por la seguridad. Luego, si nos vamos a Perú, el caso es preocupante. Es difícil saber un escenario, debido a la cantidad de muertos que vemos en ese país”, expuso.
En cuanto a la situación en Bolivia, donde se habla de adelantar elecciones, el experto señaló que la situación es preocupante, porque el gobierno de Luis Arce trata de ponerle capítulo final a los acontecimientos de 2019.
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“Se habla que el gobierno de Luis Arce trata de consolidar su poder político. La situación es complicada, pero el gobierno de Arce tiene la ventaja, porque la visión internacional está difuminada y no son prioridad para la comunidad internacional”, explicó.
Hasta el gobierno de Cuba ha convocado unas elecciones generales.
“Lo que veremos básicamente será un parapeto, donde el gobierno cubano hará algunos cambios cosméticos. Miguel Díaz-Canel sigue teniendo ciertos apoyos. Y este año veremos avances entre la relación de Estados Unidos y Cuba”, acotó.
Finalmente, en cuanto a Venezuela, de Alba destacó que es evidente que la situación económica del país no es la mejor.
“Vimos una inflación sostenida en diciembre y el gobierno de Maduro no ha decidido cómo responder de una forma lógica. De alguna forma, seguirán habiendo una situación económica comprometida. Del otro lado, no hay una competencia ni una amenaza política para Maduro. La oposición está en una situación precaria y este año se debe recomponer”, puntualizó.