Colin L. Powell, quien en cuatro décadas de vida pública se desempeñó como el principal soldado, diplomático y asesor de seguridad nacional de la nación, y cuyo discurso en las Naciones Unidas en 2003 ayudó a allanar el camino para que Estados Unidos entrara en la guerra en Irak, murió este lunes, a los 84 años, por complicaciones del COVID-19.
Powell fue disruptor, sirviendo como el primer asesor de seguridad nacional afroamericano del país, presidente del Estado Mayor Conjunto y secretario de Estado. A partir de sus 35 años en el ejército, el Sr. Powell fue un ejemplo que demostró la capacidad de las minorías para utilizar al ejército como una escalera de oportunidades.
Pablo Pardo, corresponsal de El Mundo en Washington, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“El general tenía un mieloma múltiple, que es un tipo de cáncer que no tiene cura. Es un cáncer de la sangre que entre otras cosas provoca una bajada de defensas considerable y por eso entraba en el grupo de mayor riesgo ante el COVID-19. Aparte de esto, Powell tenía 84 años y tenía las condiciones perfectas para fallecer al contraer el virus”, dijo Pardo.
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El periodista comentó que Powell era una persona muy apreciada en la ciudad de Washington.
“Era un militar con un instinto político muy grande, que se había enfrentado a Donald Trump, a pesar de haber sido republicano. Comienza a militar en el Partido Republicano a principios de los 90, cuando su nombre comienza a sonar como posible candidato a la presidencia. Era general de cuatro estrellas, y se llegó a considerar otorgarle la quinta estrella, algo que no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial. Luego, y a pesar de que estaba en el gobierno de George W. Bush, pide el voto para Barack Obama en el año 2008, lo pide por Hillary Clinton en 2015 y luego por Joe Biden en 2020. Era un hombre asiduo al establishment militar y político de Washington”, explicó Pardo.
Uno de los legados que dejó Powell dentro del mundo militar de los Estados Unidos, es la doctrina Powell.
“Consiste fundamentalmente es adaptar la doctrina moderna de la estrategia de la guerra, a una sociedad democrática y a una sociedad de la información. Cuando Estados Unidos vaya a una guerra, debe ir con unos objetivos muy claros, saber qué es lo que quiere, y tener una superioridad técnica abismal. La idea es que la guerra sea rápida y eficiente para no cansar a la opinión pública. Eso lo aprendió en Vietnam. La Guerra del Golfo entra dentro de la doctrina Powell, que fueron solo 40 días de conflicto y Estados Unidos expulsó a Irak de Kuwait”, señaló.
Powell fue uno de los críticos más duros de Donald Trump, siendo uno de los republicanos que pediría el voto para los demócratas para evitar una segunda victoria de Trump.
“Powell es un hombre que está con los Republicanos durante toda su carrera, pero en el gobierno de Bush es marginado y por eso se molesta y pide el voto para Barack Obama. Luego llega la confrontación con Trump. Hay que destacar que con Trump el Partido Republicano da un viraje. El hecho de que Powell lo critique es un golpe más de los republicanos moderados en contra de Trump”, puntualizó.