Gobernando durante casi 16 años la primera economía de Europa con un estilo de liderazgo pragmático y sin estridencias, Angela Merkel ha marcado la agenda europea e internacional hasta encarnar en el extranjero la imagen misma de su país y ser etiquetada como «la mujer más poderosa del mundo».
Por decisión propia tomada en el 2018, la dirigente de 67 años no se presentó en las pasadas elecciones del 26 de septiembre.
Ivo Hernández, profesor de Estudios Internacionales en la Universidad de Münster, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Merkel deja dos grandes herencias. La externa o lo que pudiera ser la proyección de Alemania en el sentido europeo y hemisférico, y la proyección interna. A nivel externo, Merkel fue una postura dentro de la Unión Europea y colocó a personas que trabajaron con ella en cargos importante dentro de la comunidad como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Es decir, hay personas que trabajaron con ella a nivel político mandando en Europa, lo que indica su extensión. A nivel interno, ha dejado la postura de su partido y todo lo que implica la coalición que logró mantener con el partido Social Demócrata”, dijo Hernández.
Para el experto, una de las grandes fortalezas de Merkel fue la capacidad de mantener alianzas en la primera medida.
“Siempre sostuvo el consenso. Es decir, fue una figura siempre de consenso. Cuando se hable de ella, se dirá que no fue una figura protagonista sino conciliadora con otras fuerzas”, agregó.
Merkel fue capaz de mantener alianzas en situaciones delicadas como la crisis migratoria o la crisis económica de 2008.
“Esos fueron los grandes exámenes de Merkel. Allí tuvo que asumir una postura que para el partido Social Demócrata hubiese sido natural, pero para su propio partido fue todo un reto. Mucha gente la acusó de que estaba virando su partido un poco hacia la izquierda. No obstante, el tiempo le dio la razón y ninguno de los pronósticos fatídicos que se dijeron en ese momento resultaron”, destacó el profesor.
Hernández comentó que la mirada atinada de Merkel ante todos los problemas que enfrentó se derivó en su experiencia política.
“Merkel tenía muchas horas de vuelo, fue ministra desde el año 91. Ella ha tenido tanto aprendizaje que le permitió tomar las decisiones más acertadas”, explicó.
Un dato no menor, es que Merkel proviene de la Alemania del Este, con ideología comunista y menos desarrollada que la occidental.
“Ella venció tres grandes retos que deben destacarse. Primero ser mujer dentro de un partido conservador, es de religión protestante, y proviene de la Alemania del este. El mundo de donde ella proviene fue de muchas carencias y ella supo adaptarse al nuevo mundo”, puntualizó.
Finalmente, Hernández manifestó que Merkel dejará un vacío importante en Europa.
“Son muchos años de cancillería y deja una impronta fuerte. Ahora viene una coalición de tres partidos a gobernar Alemania y veremos cómo será el liderazgo a nivel europeo de Olaf Scholz
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