A veces tememos más las reacciones cuando algo terrible pasa que lo que en realidad pasó. ¿A qué me refiero?
Ese año ha habido ya, hasta ayer, 212 tiroteos, 39 de ellos en centros educativos, y cuando revisamos lo que ha ocurrido posterior a los terribles crímenes, espanta descubrir que no ha pasado nada. Que los votos de quienes bloquean cualquier cambio en las leyes para el control de armas siguen estando allí, indefendibles, injustificables, inmorales.
Ayer poco antes del mediodía en la escuela primaria Robb, en Uvalde, una pequeña ciudad al oeste de San Antonio, cuyos alumnos se preparaban para empezar en los próximos días sus vacaciones de verano, un joven portando dos armas de asalto, como las que usan los militares, irrumpió y disparó a mansalva a niños y adultos. Una veintena de muertos, la mayoría niños de entre 7 y 10 años. La masacre, la segunda más letal después de la de Sandy Hook, fue una carnicería. Los padres consternados recibieron de los organismos de seguridad un mensaje indicándoles que no podrían entrar a buscar a sus hijos, hasta tanto “no se contarán uno a uno”. Luego en medio de la angustia fueron advertidos que se les haría pruebas de ADN pues era necesario para poder identificar los irreconocibles cadáveres de los pequeños.
¿Pueden ustedes imaginar mayor espanto?
Las reacciones posteriores se hicieron sentir. Algunas humanas, sensibles, otras verdaderamente calculadas.
Antes de empezar el juego de baloncesto de su equipo, los Golden State Warriors, su entrenador, Steve Kerr, no quiso responder a cuestiones sobre el juego durante la rueda de prensa que ofrecía con motivo del partido entre su equipo y Dallas Mavericks. No podía hablar de la conmoción que en él lleva una carga especial, pues su propio padre fue asesinado en Beirut en 1984 por terroristas islámicos. En pocas palabras, sabe lo que es un crimen injustificable y la impotencia de perder a un ser querido de una manera tan atroz.
Dijo Kerr: “Cualquier pregunta de baloncesto no importa. En los últimos 10 días, hemos tenido a ancianos negros asesinados en un supermercado en Buffalo, hemos tenido a asiáticos que asisten a la iglesia asesinados en el sur de California, y ahora tenemos a niños asesinados en la escuela. ¿Cuándo vamos a hacer algo? Basta ya. Estoy cansado de venir aquí y dar condolencias a las familias devastadas que están ahí fuera…”
Más adelante, apuntó Kerr a lo que decíamos al principio de nuestro editorial, no pasa nada.Cito: “¿Se dan cuenta de que el 90% de los estadounidenses, independientemente del partido político, quieren más controles de antecedentes [para los compradores de armas]? El 90% de nosotros estamos siendo rehenes de 50 senadores en Washington que se niegan a someterlo a votación, a pesar de lo que el público estadounidense quiere. Ellos no lo votarán porque quieren aferrarse a su poder”.
Un proyecto de ley aprobado por la Cámara, HR 1446, respaldado por el representante demócrata Jim Clyburn de Carolina del Sur, aumentaría la cantidad de tiempo, que un titular de una licencia federal de armas de fuego debe esperar para recibir una verificación de antecedentes completa antes de transferir un arma de fuego a una persona sin licencia, de tres días hábiles a un mínimo de 10 días hábiles.
Los demócratas del Senado tomaron medidas ayer para colocar el proyecto de ley, llamado ahora “Ley de verificación de antecedentes mejorada de 2021”, en el calendario legislativo para que pueda ser votada. Aún no sabemos cuándo votará el Senado esta medida, pero necesita 60 votos para superar una maniobra obstruccionista, y está claro que la legislación no cuenta con ese apoyo (al menos no en este momento), ni tampoco cuenta con el respaldo demócrata completo.
Según reporta CNN: “Otro proyecto de ley, HR 8, la Ley de verificación de antecedentes bipartidista de 2021, ampliaría las verificaciones de antecedentes para todas las ventas o transferencias de armas de fuego en el país. La legislación tiene apoyo bipartidista y fue aprobada por la Cámara de Representantes el año pasado en una votación de 227-203. Ocho republicanos apoyaron el proyecto de ley y un demócrata votó en contra.
Los republicanos argumentarán ahora que las verificaciones de antecedentes socavarían los derechos de portación de armas y, en última instancia, eliminarían las armas, también que los proyectos de ley no detendrían todos los tiroteos.
Mientras quienes han sido elegidos por el pueblo siguen consiguiendo excusas y poniendo trabas, más estadounidenses caen a diario, víctimas de la inacción, del interés político, del cálculo más inhumano posible. Dinero para ganar votos, por encima de la vida de sus propios votantes.
Los mejores tenistas profesionales del mundo estarán en la cancha en Hard Rock Stadium de…
Vuelven a agitarse las sospechas sobre la fuga del laboratorio del Covid en Wuhan. El…
Adriana, de nacionalidad venezolana habló en televisión sobre la agresión xenófoba que sufrió hace unos…
El primer y fugaz encuentro entre EEUU y Rusia desde que empezó la guerra confirma…
Actualmente, el gobierno y la sociedad de los Estados Unidos está enfrentando una de las…
En el espacio “Inmigra Ya”, la abogada experta en migración, Mirtha Fadul, de la firma…