El 24 de noviembre de 2016, el Gobierno colombiano y las FARC firmaron un acuerdo de paz para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado, un sueño que hoy parece lejano por el asesinato de 243 ex-guerrilleros y la posibilidad creciente de un nuevo ciclo de guerra.
El documento firmado por el entonces presidente Juan Manuel Santos y el último jefe de la guerrilla, Rodrigo Londoño, contiene objetivos de transformación social profunda, incluida una reforma rural, que hasta el momento, cuatro años después, no han tenido mayor desarrollo.
John Marulanda, Consultor Internacional en Seguridad y Defensa, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Es difícil contestar porcentualmente qué tan cerca está Colombia de un nuevo conflicto armado. Lo que es cierto es que la paz no se ha logrado y tampoco el país en desarrollo y tranquilidad que se prometió después de los acuerdos firmados. Por el contrario estamos viendo un deterioro de seguridad nacional evidente. Tenemos cada día más masacres, más inseguridad, hay un discurso fanático, las FARC han vuelto a las armas y el ELN ha aumentado su capacidad armada con el apoyo del gobierno venezolano y la protección de Cuba. Estos son elementos que hacen dudar seriamente sobre el futuro inmediato de los acuerdos de paz”, dijo Marulanda.
El Consultor Internacional en Seguridad y Defensa también destacó que en estos momentos ambos factores se acusan de faltar al acuerdo de paz.
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“Las FARC acusan al gobierno que están incumpliendo, mientras el gobierno demuestra que son las FARC las que violan el tratado. Hace pocos días se supo que estaban moviendo 500 millones de dólares para Turquía y Grecia. Ese dinero lo obtuvieron producto del narcotráfico, que en el fondo es el origen de todo este problema que viola el acuerdo de paz”.
Desde que se firmó el acuerdo de paz, se ha hecho una distinción entre el nuevo partido FARC y la disidencia que sigue la lucha armada. Sin embargo, Marulanda no hace ninguna distinción.
“Los que están en el llamado partido político han declarado y reiterado que son marxistas, leninistas y comunistas. El ADN comunista es la combinación de todas las formas de lucha. Mientras algunos están en el parlamento, los otros están en la selva dedicados al narcotráfico”.
Después de cuatro años de haber logrado el acuerdo de paz, que se vendió por todo lo alto y que le valió el Premio Nobel de la Paz al Presidente Juan Manuel Santos, ahora se ha deteriorado y se habla de una inminente lucha armada.
“El acuerdo de paz nunca obtuvo fuerza moral en la opinión pública colombiana. Nunca tuvo la solidez para convencernos de que se estaba haciendo lo correcto. El acuerdo también fracasó porque de entrada se hizo con un cartel del narcotráfico. Ellos se negaron a discutir sobre ese tema y los negociadores que eran cubanos y noruegos llegaron a establecer puntos muy infames acerca del narcotráfico. Toda la violencia que estamos viviendo tiene su origen en el narcotráfico. Estamos hablando que Colombia es el primer productor de cocaína en el mundo.”, argumentó Marulanda.
Nicolás Maduro se muestra como el aliado predilecto para las FARC y muchos afirman que los líderes disidentes están en territorio venezolano.
“En términos generales, de la producción total de cocaína en Colombia, 35% sale por Venezuela y de ahí vía aérea hacia el Caribe. A pesar de que los norteamericanos despliegan algunos barcos para controlar esto, la cocaína sigue llegando a su destino. Alex Saab se ha convertido en una caja de pandora. Las grandes noticias que circulan indican que Gustavo Petro recibió dinero para su campaña desde Venezuela y ese dinero se entregó por medio de Saab”, puntualizó.
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