Maryhen Jiménez, quien es profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford, aseguró este martes que América Latina ya estaba en una situación de vulnerabilidad antes de que el coronavirus empezara a tener repercusión global, debido a que en la mayoría de los países de la región hay «muy poca capacidad de Estado».
En una entrevista para el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón, la especialista explicó que el gasto público en salud de gran parte del continente es muy reducido en comparación al resto del mundo.
En efecto, la Organización Panamericana de la Salud, señala que los países de Latinoamérica destina aproximadamente un 4% del Producto Interno Bruto (PIB) a la sanidad, cuando otras naciones apartan al menos un 8%.
De acuerdo con Jiménez, se proyecta que el COVID-19 eleve de 11% a 13,3% los niveles de pobreza extrema en las naciones latinoamericanas, ya marcadas por las carencias de sus habitantes.
«El acceso a los servicios en la región es crítico», sostuvo la experta en política. Resaltando no solo las desigualdades en los sistemas de salud, sino también, en la educación y el servicios de internet en los hogares.
«No es fácil pedirle a la sociedad en América Latina las mismas medidas de confinamiento que en Europa», apuntó también, a propósito de la cantidad de personas que viven del empleo informal.
Es un hecho que la economía tendrá una desaceleración a raíz del coronavirus, como ya lo anunció el Fondo Monetario Internacional, sin embargo, Maryhen Jiménez insistió en que también caerá «la calidad de los trabajos» y por ende, los salarios se verán reducidos a escala regional.
«Muchas familias tendrán que enviar a sus hijos al mercado laboral», sentenció.
¿Veremos más abusos por parte de los líderes políticos?
Con respecto al autoritarismo, la profesora de Oxford indicó que es una situación que se reproduce por toda Latinoamérica.
«No solo preocupa el caso de Venezuela. También en Nicaragua, El Salvador, México y Brasil se han vivido casos de hostigamiento».
Jiménez añadió que las estrategias de los Gobiernos es recurrir al control militar ante su incapacidad de controlar la pandemia de manera efectiva.
Según sus declaraciones, Venezuela –específicamente– vive una urgencia dentro de la emergencia humanitaria, cuyo reto en los los próximos meses será poder garantizar la alimentación de todos los ciudadanos. Algo con lo que ese país suramericano ya venía batallando.
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