Un interesante art铆culo en The Next Web, 芦Employees hate their commute, not the office禄 , basado en un reciente estudio de Hubble, hace referencia a un problema que sin duda, muchos conocer谩n muy bien: el que el mayor problema del trabajo no sea la oficina en s铆 ni la permanencia en ella, sino la necesidad de tener que llegar todos los d铆as hasta ella. El llamado commuting o migraci贸n pendular, que engloba el desplazamiento entre el hogar y el trabajo, sea en veh铆culo propio o en transporte p煤blico, pero que invariablemente, dada la organizaci贸n actual de nuestras sociedades, tiende a coincidir con miles de otras personas queriendo hacer exactamente lo mismo y saturando las v铆as y los medios de comunicaci贸n.
Esa situaci贸n ha cambiado con la pandemia del COVID-19, cuando muchas oficinas se vieron obligadas a cerrar por meses y el teletrabajo tom贸 protagonismo.
Enrique Dans, profesor de Innovaci贸n y Tecnolog铆a en IE Business School, abord贸 el tema en el programa En Conexi贸n, conducido por C茅sar Miguel Rond贸n.
鈥淟os cambios a partir de cierto tiempo tienen una caracter铆stica y es que se convierten en h谩bitos. Hay mucha gente en Estados Unidos que lleva dos a帽os trabajando de manera distribuida. Hay empresas que asumen que ciertos trabajos se pueden hacer desde casa y deciden que sus empleados no vayan a las oficinas porque es peligroso. Se estableci贸 una nueva forma de trabajar que en principio era muy inc贸modo, pero se ha ido optimizando鈥, dijo Dans.
El profesor afirm贸 que en estos momentos los nuevos m茅todos de trabajo se hacen bastante bien. 鈥淗ay gente que se encuentra muy c贸moda trabajando desde su casa y por lo tanto no tiene ning煤n inter茅s en volver a la oficina. De hecho ya se habla de lo que pueda ocurrir con los trabajadores cuando la compa帽铆a le diga que se tiene que regresar a la oficina y el empleado no quiera鈥.
En muchos trabajos se comprob贸 que el empleado termin贸 siendo m谩s eficiente desde su hogar que en la oficina.
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鈥淟o que pasa es que la perspectiva es muy distinta si se habla del mercado laboral norteamericano. Ese es un mercado donde la oferta y la demanda est谩n extraordinariamente bien equilibrados. Si un trabajador no le gusta las condiciones, simplemente renuncia. No obstante, en los mercados laborales norteamericanos, los trabajadores se agarran a su trabajo porque tienen p谩nico de dejarlo y de no encontrar otro. Los poderes de negociaci贸n son muy distintos en ambos casos. En el mercado laboral norteamericano estamos viendo una evoluci贸n m谩s r谩pida鈥, sentenci贸 el experto.
Dans destac贸 que se est谩n viendo mercados laborales que se mueven y evolucionan m谩s r谩pido y otros que se quedan en el pasado.
鈥淓sto podr铆a generar graves problemas de atracci贸n y retenci贸n de talentos. Incluso, esto podr铆a llevar a pensar el modelo de recompensaci贸n salarial鈥, a帽adi贸.
Las personas que est谩n trabajando desde casa, se est谩n ahorrando el traslado hacia la oficina. Las empresas no necesitan tanto espacio para las oficinas y desde varios puntos de vista hay una reconsideraci贸n econ贸mica.
鈥淓st谩 funcionando de diversas maneras. Algunas compa帽铆as que, como sus empleados ahora trabajan desde sus hogares, pueden pagar menos salario. Hay empleados que han decidido irse a vivir a otro sitio, con un costo de vida m谩s bajo, porque ya no tiene que vivir cerca de su lugar de trabajo. No obstante, la renegociaci贸n del salario acarrea un gran problema, porque se trata de desmejorar las condiciones que se asumieron originalmente鈥, explic贸 Dans.
Para el profesor el impacto del hecho laboral ha sido un cataclismo. 鈥淵a no solo hay que pensar en los trabajadores que relocalizan o que dejan de ir a las oficinas, ahora las compa帽铆as buscan trabajadores a nivel global y el mejor trabajador para una necesidad est谩 en otros pa铆ses. Hay una aut茅ntica redefinici贸n鈥.