El estado de salud del cardenal Jorge Urosa Savino es delicado a causa de la COVID-19. Representantes de la Iglesia y feligreses apuestan a la fe en Dios por su pronta recuperación.
Carlos Márquez, vicario general de la Arquidiócesis de Caracas, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“El último parte médico que tuvimos anoche fue positivo. Se puede resumir en que tuvimos un día ganado. El cardenal sigue delicado, pero tiene la atención médica que necesita y está luchando contra la enfermedad. Cuenta con la oración y la buena voluntad de la feligresía y toda la gente que le tiene cariño”, dijo Márquez.
En cuanto al tratamiento, el vicario afirmó que prefieren mantenerlo bajo perfil. No obstante, destacó que el cardenal necesita asistencia de oxigeno para respirar. “Solo ayer le retiraron el oxigeno porque está respondiendo bien”, agregó.
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Márquez también se refirió a la actuación del obispo de Mérida, Luis Enrique Rojas, quien encaró a los guardias nacionales por impedirle llevar ayuda a los damnificados en Mérida por las lluvias.
“Soy solidario con el comunicado que hizo la Conferencia Episcopal Venezolana, asumiendo su rol profético de anunciar todo lo que nos acerca o nos aleja del reino de Dios. En el comunicado dice claramente que se lamenta la actitud de la Guarida Nacional Bolivariana, que no han cooperado para que la ayuda llegue a los afectados. Además han tenido una actitud despótica con miembros de la iglesia. En tiempos del deslave de La Guaira, la iglesia fue la primera que mandó ayuda. En aquel entonces contamos con la colaboración de los miliares”, acotó Márquez.