A pesar de las victorias en el campo militar del ejército ucraniano, Rusia vuelve a arremeter con fuertes bombardeos a la ciudad de Kiev y otras urbes claves de Ucrania, con la intención de aterrorizar a la población civil.
El terror y la crueldad de la guerra se sigue viviendo en Ucrania, luego de nueve meses de conflicto.
Natasha Ivzhenko, ciudadana ucraniana refugiada en la ciudad de Zaragoza, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“Ahora mismo, estoy sola en Zaragoza con mis dos hijos. Mi suegra regresó a Ucrania porque no pudo adaptarse, no sabía comunicarse. Se fue a finales de julio. Mi marido sigue en Ucrania, al igual que mis hermanos y mis familiares. Todos están en Kiev. Lo más importante para mí, es saber que están vivos y sanos. Cada uno está en su casa o en el trabajo. La vida allá es muy difícil. Yo no puedo quejarme porque yo estoy a salvo con mis hijos”, dijo Ivzhenko.
Ver más: ¿Cuál sería la respuesta de la OTAN si un estado miembro como Polonia fuera atacada deliberadamente por Rusia?
La ucraniana señaló que sus familiares en Kiev padecen los cortes de luz.
“Mi marido tuvo que comprar un generador más potente para calentar nuestra casa. Cuando no tiene electricidad, desaparece la cobertura y no puedo llamarlo. Son las horas más dura, porque no sé cómo está ni dónde está”, agregó.
Ivzhenko afirmó que intenta cada mañana establecer contacto con Kiev, para saber cómo han pasado la noche.
“Durante el día, pueden ser unos mensajes. Por la tarde, cuando vuelvo del trabajo le escribo a cada uno por separado”, apuntó.
En cuanto a la adaptación de sus hijos en la vida en Zaragoza, resaltó que aún se están adaptando.
“Llevamos ocho meses y aún se están adaptando. El pequeño lo lleva más fácil, porque vive la vida jugando. Está en clases de fútbol y equitación. Intento ocupar su cabeza para que no piense en lo malo. La adolescente lo lleva más difícil y le cuesta encontrar amigos”, acotó.
Finalmente, Ivzhenko destacó que en su cotidianidad, ya no es lo mismo ser una refugiada que un emigrante.
En Conexión
Únete a nuestras redes sociales para más noticias